Perfiles urbanos
Contra todo pronóstico

Un hijo es la bandera de lucha por lo que uno más ama

En la ciudad de La Plata, se encuentra el movimiento No Más Hijos Rehenes, el cual comenzó en el 2018 y trajo consigo cientos de luchas y banderas levantadas para proteger los derechos de los niños.
Muchos vecinos se han sumado a la lucha.

Por Pedro Domínguez, de la redacción de NOVA

Todo se remonta a la lucha por un hijo, donde padre, madre o diferentes actores de una familia buscan un final feliz no para los progenitores, sino para la vida de aquel niño que forma parte de su círculo, de su sangre, buscando que el o ella estén bien para que crezcan en un ambiente sano.

En este caso en particular, en la ciudad de La Plata, se encuentra el movimiento No Más Hijos Rehenes, el cual comenzó en el 2018 y trajo consigo cientos de luchas y banderas levantadas para proteger los derechos de los niños.

En aquel movimiento, participan madres, padres, abuelos y todos aquellos que deseen brindar una mano.

En este grupo, aparece Néstor Gabriel Di Cianni, un vecino de la ciudad, de años que buscó el modo de poder llegar a proteger a sus nietos, hijos, y a los hijos de las demás personas de la ciudad de las diagonales.

Por ello, junto a Julián Smeriglio, crearon el pañuelo No más hijos Rehenes, el cual hoy en día se encuentra en más de 17 países. Luchando por los derechos de los jóvenes, respetando y cuidando ante la justicia, las necesidades de los más vulnerables.

A lo largo de estos 5 años lograron que el símbolo pase la fronteras y se use en otros países. De ese modo, pudieron lograr resolver varios casos, como ser intermediario en recuperar niños que los sacaron de otros países para que pierda el vínculo con el progenitor.

Lamentablemente a lo largo de la historia siempre se vio a una de las partes del vínculo con el niño, utilizarlo a este como “material” para poder lograr un poder adquisitivo más, lograr alejarlo de “la otra parte” o bien, simplemente, utilizarlo para dañar a la otra persona. Este es un ejemplo de otros tantos, donde siempre el niño termina envuelto en temas de adultos y, lamentablemente, en muchos casos, perdiendo la vida.

La creación de este movimiento fue para hacer visible está problemática y unirse en diferentes frentes a esta lucha sin importar religión, ideología, política o agrupación a la que pertenecen las personas. En este movimiento se logró pasar las fronteras porque está problemática está en todos lados, las personas que sufren estás situaciones se sienten identificadas con el pañuelo y su lucha.

En La Plata, provincia de Buenos Aires o en el país, aparecen casos difíciles de digerir, y la muerte de los niños que no pudo ser impedida como la de Zoe, Lucio o Renzo, entre otros chicos que perdieron sus vidas.

Ellos recalcan que los niños son rehenes de un progenitor, de la justicia, de diversos actores que utilizan a los chicos para su beneficio. Está ONG se creó para hacer escuchar la voz de los chicos, luchamos por ellos.

Su lucha, sigue vigente y las banderas levantadas, pidiendo principalmente justicia, que se respeten los derechos de los niños. Quienes son culpables que paguen y quienes no, que directamente colaboren. Actualmente hay falsas denuncias y los juzgados se encuentran sobrepasados de casos.

Una tarea venerable en favor de los más vulnerables. Aplausos para Gabriel.

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