El 17 de septiembre de 1982 comenzó la vida de Bonanni con sus padres y familiares, quienes la acompañaron en todo su trayecto educativo, buscando siempre lo mejor para su futuro. Con un estudio primario en el Normal 1, del a ciudad de La Plata y el secundario en la Escuela Agraria de Bavio, de Magdalena, provincia de Buenos Aires, se percató que lo suyo, era el diseño y la moda, por lo que poco a poco fue hablando con sus padres hasta culminar el secundario en la Inmaculada.

A partir de ese momento, una vez egresada, continúo con su búsqueda de ser diseñadora partiendo de la facultad de Bellas Artes, con plastica y, poco a poco, preocupada por no progresar en lo que sueña, decide rápidamente abandonar la carrera e irse a la UBA, para así comenzar su sueño dentro de la carrera de indumentaria y textil.

Claro, no solo Bonanni tenía claro cómo iban a ser sus estudios y su carrera, sino que también iba a encontrar el amor. Mientras estudiaba y trabajaba, Juan apareció en su vida y fue otro motor de impulso para ella, para seguir progresando en el estudio y buscar así, su sueño.

Entre los dos, fueron poco a poco comiéndose todo el sistema educativo y los trabajos de cada uno para así, llegar a la etapa más importante de la vida de Bonnani, Pupé.

Ustedes, queridos lectores, dirán ¿la etapa más importante? si, crear Pupé fue uno de sus momentos más importantes. Después están sus hijos también de 4 y 5 años, quienes directamente la acompañan junto con Juan, en la travesía de Pupé.

Aquellos años de estudio por el 2001 en plástica y arrancar en CABA del 2002 hasta el 2010, yendo en tren, micro, vehículo todos los días para poder ir a estudiar y recibirse, con Juan al lado desde el minuto uno que la acompañaba en todos sus desafíos, sirvieron para que ella, nunca bajase los brazos y continuará con su meta.

Muchos dirán qué es Pupé, en su momento, allá por 1950 aproximadamente, en adelante, existía una clínica de muñecas, era personas que se dedicaban directamente a arreglar cualquier juguete roto y principalmente, como bien dice la palabra, muñecas. Poco a poco con el tiempo eso fue desapareciendo y, Pupé, viene a reivindicar eso, no solo en el vestir a las muñecas y arreglarlas, si no que también se trata de tomar lo que uno tiene y darle vida para que lo utilicen en una vestimenta las mujeres.

Poco a poco, este sueño fue mutando en la ciudad de La Plata, fueron creciendo Bonanni, Juan y la familia y empezaron a tener muchos eventos, diseños con maniquíes en sus prácticas, estandarizar la venta, y todo venía como en una montaña, subiendo pero, la pandemia hizo lo suyo y tiró todo lo construido en meses, en cuestión de segundos.

Bonanni, no bajó los brazos y como a ella le fascinaba el deporte, salió nuevamente a correr y, como cosas de la vida, empezó a conocer gente, la cual también le fue dando una mano y largó rápidamente, ropa deportiva pero urbana, para que se pueda mezclar con blazer o con diferentes paletas de colores combinadas.

Esas ideas de crecimiento y progreso que se dieron en la calle, mientras caminaba/corría, generaron y mostraron las fortalezas de Bonanni para nunca darse por vencida.

Además, Pupé (su marca desde el día uno) sigue explotando en la ciudad de La Plata y en los alrededores, con participaciones en diversos concursos, buscando también la sustentabilidad, rompiendo lo convencional y directamente teniendo amigos/compañeros con los que sale a correr y puede montar diálogos con aquellos que poseen fábricas o negocios para plasmar nuevas ideas.

Actualmente, junto con diversas marcas que la acompañan, está poniendo todo en marcha para dejar a Pupé en lo más alto de la historia en diseño y moda.