Perfiles urbanos
Cambios

De picar el boleto a la SUBE: la vida estresante de un chofer de micro

La vida de un chofer dentro de un micro con cientos de pasajeros que suben en el día.
Miguel Plaquin, un chofer retirado de los colectivos.

Por Pedro Domínguez, de la redacción NOVA

Los cambios en un trabajo siempre vienen para bien, con el objetivo de tener nuevos aires y un crecimiento personal en el modo de hacer práctico tu deber pero, en este caso en particular, el ser chofer de micros pasó de estar en un modo de presentismo y respeto entre los pasajeros y quienes conducen a ser rivales al subir y bajar entre pasajeros con falta de respeto o que finalizan en actos de violencia en dónde sale perjudicado el chofer de la línea.

En este caso, aparece Miguel Néstor Plaquin, una persona que dio sus mejores años en la línea 520 y posteriormente estuvo en el Norte. De 56 años y del signo capricornio, busca siempre que todo salga de la mejor manera en el rubro que le toque estar.

Capricornio es un signo cardinal y de tierra, y uno de los signos del zodíaco más constante, sólido y apacible. También se caracteriza por ser prudente y práctico en todos los asuntos que le conciernen. Sus aspectos más negativos tienden hacia el pesimismo, la fijeza y la melancolía.

Plaquin estuvo en todos los cambios de la empresa y en el modo de actuar del pasajero. Pasar de tomar té de tilo o tranquilizantes todas las mañanas por su papirofobia, en dónde el pasajero sacaba sus billetes de sus bolsillos y se encontraban mojados, transpirados o rotos y debía el chofer agarrarlo para poder entregarle su vuelto.

Ello era lo peor del día para Plaquin quien padecía siempre de tener algún tranquilizante encima o pensar en otras cosas para poder seguir trabajando. Claro está que en 1994, momento en el que arrancó, los tratos eran otros, donde los pasajeros y el mismo chofer manejaba un modo de comunicación de igual a igual.

Al correr los años y, pasar a manejarse posteriormente con la tarjeta SUBE, vio cómo en menos de 30 años, se produjo un cambio radical en los comportamientos y eso hizo que su malestar vaya en aumento.

Con 5 hijos a cargo junto a su pareja María, debía marcar siempre un modo de trabajo, preocuparse por el bienestar de su familia y demostrar que siempre las cosas, pueden hacerse del mejor modo posible.

Por ello, Miguel Plaquin se alistaba todas las mañanas para ir presentable al trabajo y demostrar un buen trato con sus pasajeros. Pero, lo que nunca dejó pasar Plaquin, es la falta de respeto y lo demostró cada vez que frenó el micro para hablar con el pasajero o bien, en el momento de clavar la tarjeta SUBE en el sistema, dedicarle unas palabras.

Lamentablemente, en el transcurso de los meses hasta estas fechas, el trato del pasajero sigue siendo el mismo, en donde piensan que con los 30 pesos por viaje, le pagan el sueldo al chofer y por ende, deben estar al servicio de aquellas personas.

Ese modo de ver al que conduce, destratándolo o en todo caso, antes de bajar del colectivo insultarlo, generaron en Plaquin un malestar que derivó a sus últimos años de trabajo, pasarlos de la peor manera, en donde simplemente cumplía con su horario y se iba a su casa.

Hoy, jubilado de la empresa de micros, vive una vida a gusto, con música y disfrutando cada momento con su familia, enseñando el respeto y ayudando a sus vecinos.

Lectores: 741

Envianos tu comentario