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Todo comenzó en 2003

Julieta Peña, figura platense destacada: veinte años de trabajo en la industria de la moda

Julieta Peña es una diseñadora de moda reconocida en La Plata.

Por Agustina Naveyra, especial para NOVA

Distraída en mi café, escucho un “hola” muy fresco de una mujer, y es Juli. Julieta Peña. Creadora de julietapenia.soul (Instagram).

-En algunas entrevistas, has dicho que sabías, desde adolescente o pequeña, que terminarías dedicándote a la industria de la moda. ¿Nunca creíste que podías dedicarte a otro rubro, o, al mismo tiempo, a otra profesión?

-Siempre supe que iba hacer algo creativo. Desde pequeña, comía un chocolate y veía el envoltorio y pensaba, ¿por qué no lo harán de ésta otra forma?, pero no se si era mi seguridad. Me acuerdo que cuando iba al jardín me puse un vestido, floreadito y me puse un jean arriba y recogí, todo, todo el pelo para el costado y me hice una cola arriba, bien ridícula, y le dije a mi mamá “¿te gusta?”. No me acuerdo de la cara de mi mamá, pero sí, en el jardín, era última salita, ése día todos me miraban raro, y yo siempre me sentí…como…distinta. Y la seño me miró y me dijo: “¡Qué lindas estás Juli!”

-La moda fue siempre lo que veía todos los días… por mi madre. Mi mamá tuvo negocio de novias, de alta costura. Una mujer muy elegante, que vivía haciendo desfiles. Sumado a la figura materna que vemos siempre hacia arriba, se ve que inconscientemente lo llevé a la moda.

-Creo que estuve siempre muy confundida con lo que quise hacer, de hecho, en el secundario dibujaba mucho, dibujaba figuras, arabescos, círculos, rayas…estaba todo el tiempo con microfibra dibujando letras o mi nombre. Creía en mi creatividad, siempre tuve una artista dentro, entonces al ver la figura materna, como los adolescentes suelen ir en contra de la madre no quería estar en la moda…así que pensé :“yo tengo que ser diseñadora”, así que me anoté en Bellas Artes pero no me encontré en el ambiente, tan descontracturado…venía de una educación tan…no se cómo llamarla…mi mamá, descendiente de italianos que venían de la guerra me decía: “yo no como huevos para no tirar la cáscara, yo les di la mejor educación”. Mi mama fue una gran empresaria que nos demostró el amor con cosas materiales, con lo cual nos crió en una casa imponente, con autos importados entonces crecí con un alrededor que… ¿cómo decirlo? …no me acompañaba nadie…estaba muy perdida, y ahí empecé a estudiar mecánica dental. Seis meses estudiando mecánica dental porque era algo que podía hacer con las manos, con lo creativo.

-¿Te das cuenta que, cuando aconsejas: “No miren revistas de moda porque te hacen sentir feo”, marcas la diferencia… ¿te das cuenta que sos una colaboradora de la salud integral, además de diseñadora?

-Cuando digo ésta frase, de éste video tan hermoso de mi Instagram, donde hablo del uso del protector solar me sentí tan identificada… en realidad, es una metáfora. Hace referencia al uso de las redes sociales hoy…y ésa referencia que tomo y tomamos todas las mujeres de las modelos, influencers con los filtros, con un montón de herramientas que hay hoy en las redes sociales hay, todas tan bellas, tan perfectas…Eso de ver mujeres inalcanzables…pongo foco en el mensaje. Me encanta comunicar que no miren revistas de bellezas, porque tenés que tener una seguridad muy grande para ver eso y no sentirte frustrada. Lo que hago, desde la pandemia, es ayudar a mujeres a vestirse, y no es que apunto a mujeres depresivas, no estoy diciendo que se sienten mal, estoy diciendo que se sienten inseguras. Y yo también he pasado por eso. Y paso, por suerte, cada vez menos. Son muy pocas las que ven a otras mujeres así y dicen: “Bueno yo tengo lo mío y con lo mío me defiendo”. Hoy me siento capacitada, luego de tantos años de terapia para, desde mi ropa informal, que se sientan mejor, para que puedan habitar el espacio de construcción desde lo que tienen. Mi frase es: “es la única carita que van a tener. Pueden usar crema, pero, ni siquiera operándose van a tener otra cara, porque ya sus facciones, su genética es ésa”. ¿Van a vivir toda la vida en frustración?... Cuando te pones una crema, te acariciás o cuando te peinás el cabello, te mimás. Veo mucho consumismo de parte de mujeres que van corriendo a comprar el labial que promociona una modelo o influencer, y cuando llegan a su casa, y lo prueban se dan cuenta que cayeron en la trampa…Y vuelvo a lo mismo: “no consumas eso que ves”. Cada vez creo más en la neurociencia y la psicología. De hecho estoy diseñando un proyecto que involucra la neuro lenguística con otra profesional y mi labor va mas allá de lo que se ve.

- ¿Qué le dirías a la Julieta Peña que empezó a diseñar en el 2003?

-Uuuufff… “no te das una idea de lo que te espera”. Qué linda pregunta…gracias! Mi mamá me insistió para que ponga un negocio...yo no quería saber nada... Venía de un momento muy duro porque estaba pasando por una anorexia nerviosa, y ella me dijo que eso era porque no tenía un proyecto, y si bien fue duro, había bastante de verdad en eso, así que dije: “bueno ma, te voy a hacer caso”…y ahí le puse toda la creatividad, aprendí a bordar, compraba vestidos hechos y los reformaba. Y cada vez lo hacía mejor. Al año, ella me pidió el nombre del local, así que se lo devolví y puse el mío…hoy la verdad no puedo creer dónde estoy. En ése momento fui su hija. Saqué de ella la garra, la firmeza para cobrar mi trabajo, y la verdad que lo hice muy bien…porque a los meses quedé embarazada. Y después con una bebé chiquita me separé, enfrenté un juicio laboral…la verdad que a la Juli del 2003 le diría que lo hizo muy bien. Hoy estoy cada vez más enfocada en mi crecimiento personal.

-¿A qué diseñador admirás? Y, por otro lado, después del evento “six clock”, en la embajada de España, donde compartiste la pasarela con diseñadores internacionales reconocidísimos ¿Qué decisión tomaste y por qué?

-Admiro, así a lo grande a Eli Sat, o a Valentino, en cuanto a Dior, pasaron varios diseñadores, pero, la realidad es que no se si me interesaba lo mediático…cuando estuve en la pasarela de ése evento y miré a mi alrededor, fue algo mágico. Me gusta la moda, pero, allí sentí un aura inexplicable. No se si fue estar con Agatha Ruiz de la Prada, no lo sé Agus…mi cara de emoción. Fue lo que sentí. La música de esa pasada fue “Rapsodia Bohemia”, la colección se llama “Bohemia”. Y la verdad que la pasión y el amor que le puse estuvo igual de emparejado de estar al lado de Javier Saguiet.

-¿Qué es lo más sorprendente que te sucedió vistiendo a una clienta y por qué crees que te eligen?

-Todas desde la emoción, siempre… (Juli hace una pausa, respira. Levanto la vista de la notebook, y veo sus lágrimas).

-Llanto, llanto, muy emocionadas. Me dicen: Juli, sos mi hada madrina, cosas así…

Juli vuelve a quedarse en silencio. Respira, se seca las lágrimas y dice: “Vengo duelando el tema que es muy necesario para abrir paso a otras cosas.

Creo que me eligen porque supero muchas veces sus expectativas. De verme yo misma y decir: “a la mier…lo que diseñé”. Caminar cuadras y cuadras, por ellas… buscando un detalle, una perla, un arito”.

-¿Cómo vivís éste “mientras tanto “como empresaria de una pyme de La Plata?

- Siento que si estoy bien, puedo colaborar con un granito de arena. Si estoy bien, puedo estar bien con mis amigas, mis empleadas, mi familia. A mí no hay economía que me haya cambiado el espíritu. Sabía que hoy lunes, luego de las elecciones, mi vida iba a seguir igual. Me iba a tener que levantar para ir al gimnasio, para trabajar, para sentirme bien, así que si el dólar está mil, dos mil o así se vaya a cinco mil...hay que seguir.

Entiendo que hay personas que la están pasando mal, y, si puedo ayudar ayudo, pero, nunca me afectó mirar para afuera. La pandemia me enseñó mucho. No solo muchos nos quedamos sin trabo, aunque algunos siguieron cobrando, los empleados, por ejemplo; sino que no nos podíamos ver, no nos podíamos abrazar, y muchos perdimos gente querida. Este “mientras tanto” no existe porque la lucha está en mi…y me voy a adaptar porque tengo el poder de vencer cualquier cosa. Esa palabra (adaptación)me la enseñó la pandemia. Si yo vengo a ésta vida a quejarme que cada cuatro años va a cambiar un presidente, que la incertidumbre, que los precios van a aumentar, que los políticos van a mentir, voy a vivir en queja toda mi vida. Mi paz no la negocio.

Juli peña tiene su propio perfume. Su local de ropa está en City Bell. Es símbolo de superación, y de que, elegir detalladamente tu ropa y pensar en sentirte linda, desde la autenticidad, desde la identidad genuina, dentro de nuestras posibilidades, no va a pasar de moda ni ayer, ni hoy, ni nunca.

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