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Teatro Argentino de La Plata: El segundo más importante de Latinoamérica después del Colon

Por su escenario pasaron las figuras nacionales e internacionales más destacadas de cada época y disciplina.

El Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino, situado en la ciudad de La Plata, se convirtió en uno de los principales organismos difusores de las artes líricas, musicales y coreográficas de Argentina. Por su escenario pasaron las figuras nacionales e internacionales más destacadas de cada época y disciplina.1

El complejo artístico, que contiene una de las salas líricas más destacadas de Latinoamérica, se encuentra emplazado en la manzana delimitada por las calles 9 y 10 y las avenidas 51 y 53, de la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires.

Reseña histórica

La historia de este teatro se remonta a fines del siglo 19, cuando vecinos de la naciente ciudad de La Plata, concibieron la idea de dotar a esta de un teatro de envergadura. Nació así, en 1885, la Sociedad Anónima Teatro Argentino que adquirió el terreno que ocupa el actual edificio.2​

El proyecto de construcción fue llevado adelante por Leopoldo Rocchi, arquitecto italiano, quien ideó una estructura según los modelos de su país, dotando a la construcción de un estilo renacentista. Las obras comenzaron en 1887, con un tiempo estimado de tres años.

La sala constaba de cinco niveles, con palcos y galerías, pudiendo albergar hasta 2.200 espectadores. Su construcción demandó cinco años de ardua tarea, pero esto no impidió estrenar su primera obra el día del octavo aniversario de la joven ciudad de La Plata, el 19 de noviembre de 1890.

La obra fue Otello de Giuseppe Verdi, interpretada por la soprano Elvira Colonnese y el tenor uruguayo José Oxilia. Esta misma obra fue interpretada en la celebración del centenario del teatro.

Durante los siguientes veinte años desfilaron por sus tablas artistas de renombre, como Ana Pavlova y María Guerrero, y numerosos talentos del país.

Pero durante este tiempo, la sociedad administradora del teatro comenzó a tener problemas financieros que derivaron en el remate público de la sala en 1910 y el comienzo de un largo y penoso juicio por cuestiones fiscales, que provocó que el teatro permaneciera cerrado por un largo período. Este litigio terminó recién en 1937, y como consecuencia de ello, el estado provincial tomó posesión definitiva de los bienes de la sociedad anónima.

El largo período de inactividad causó serios daños a la estructura edilicia, lo que demandó que se hiciera una profunda refacción que dio un nuevo aspecto a la sala durante las siguientes cuatro décadas. Esta reforma dotó al teatro de una estructura tal, que le permitió montar sus propios espectáculos, creando los talleres necesarios para esas tareas como escenografía, sastrería y peluquería y maquillaje.

En 1938, se creó la orquesta y el coro estable, cuya primera participación fue en la ópera La Bohème, de Giacomo Puccini. Años más tarde, en 1946, se creó la compañía de Ballet Estable, cuya primera directora fuera Giselle Bohn.

Todo esto hizo que el Teatro Argentino de La Plata fuera el orgullo y el lugar obligado de encuentro de la sociedad amante de la ópera y el ballet.

El incendio

En 1977, durante un habitual ensayo del ballet estable, un incendio,​ que se sospecha intencional4​ "en pocas horas redujo a cenizas la sala de estilo renacentista. Solo permanecieron en pie el foyer y las paredes perimetrales".​

El gobierno militar de entonces, a pesar de los fuertes reclamos de la sociedad argentina e internacional por la reconstrucción del edificio, decidió demolerlo y llamó a un concurso público para la construcción, en el lugar, de un nuevo y moderno centro cultural que continuara la gloria del antiguo Teatro Argentino. Las obras comenzaron en 1980 en 1984 se terminó de construir, pero éstas sufrieron constantes retrasos y paralizaciones.

Mientras tanto, los integrantes de las distintas compañías estables del teatro comenzaron un derrotero por diversos escenarios de la ciudad, de tal manera que las celebraciones del centenario del Teatro Argentino, en 1990, fueron llevadas a cabo en las instalaciones del Cine Gran Rocha, alquilado a mediados de 1987 por las autoridades gubernamentales para dar cabida a los espectáculos del Teatro Argentino, que nunca dejaron de realizarse.

Finalmente, casi dos décadas más tarde, el 12 de octubre de 1999 se inauguró la cuestionada sala lírica con el ballet Tango en gris del coreógrafo argentino Oscar Araiz y música de Atilio Stampone. En el complemento se presentó un concierto lírico en el que se interpretaron fragmentos de óperas de los compositores Giuseppe Verdi, Charles Gounod, Umberto Giordano y Gaetano Donizetti.

El complejo consta de una superficie de 60.000 m² cubiertos polifuncionales , con salas independientes, áreas de ensayo, camarines y talleres de escenografía, vestuario, utilería, etc.9​

El proyecto pertenece a los arquitectos Tomás Oscar García, Enrique Bares, Roberto Germani, Inés Rubio, Alberto Sbarra y Carlos Ucar, quienes ganaron el concurso para la construcción de esta moderna estructura el 14 de agosto de 1979, entre 71 proyectos presentados. Esta construcción fue declarada de Interés Nacional mediante el decreto número 774 del 14 de abril de 1980.

El criterio utilizado fue el de crear un centro destinado a todas las artes del espectáculo: se previó una sala para ópera, conciertos, música de cámara y recitales, una sala para microcine (actualmente Sala Astor Piazzolla) y otra sala para teatro de prosa o comedia, además una biblioteca musical especializada, discoteca, hemeroteca, cintoteca (registro de cintas grabadas) y sala de conferencias que no llegaron a finalizar su etapa constructiva.

Los autores del trabajo fundamentaban: “La reinserción del edificio del Teatro Argentino en el corazón del centro urbano” y planteaban la necesidad de una fuerte interacción con un entorno preexistente. Postulaban un edificio penetrable, trasvasable, con un alto nivel de vida urbana, integrando al marco histórico del eje urbano.

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