La historia viviente
Exclusivo de NOVA: Capítulo 3

Francisco "Tano" Politano y su legado como dirigente en el Turismo Carretera

Circuito de Los Cóndores, provincia de Córdoba 1974.
Gran Premio de la Mesopotania, año 1975.
Carrera en la ciudad de La Plata, año 1983, con una coupé Dodge nueva.
Auxiliando a Juan Manuel Bordeu que había roto un neumático, año 1973.

Por Alejandro Casalongue, de la redacción de NOVA

Francisco "Tano" Politano, una figura emblemática en el mundo del Turismo Carretera, inició su trayectoria en este deporte con un compromiso que rápidamente lo llevó a formar parte de la comisión directiva de Mario Spada, un destacado presidente de la ACTC durante la década de 1970.

Su pasión y dedicación lo condujeron luego a trabajar con Carlos Alberto Pairetti y finalmente a integrarse a al equipo de Octavio Justo Suárez, quien se ganó el cariño del público como el presidente más popular de la historia del Turismo Carretera.

Bajo la presidencia de Octavio Suárez, con quien forjó una sólida amistad, el Turismo Carretera vivió un momento crucial en su historia. Durante el Proceso de Reorganización Nacional, las carreras volvieron a las rutas argentinas, lisa y llanamente gracias al Tano Politano y una reunión decisiva en la Casa Rosada (La historia está en el capítulo pasado).

Sin embargo, el destino golpeó duro en 1983, cuando Suárez falleció trágicamente en un accidente durante una carrera en Tandil, donde su auto volcó y se incendió, imposibilitándolo de escapar.

En paralelo a esta tragedia, el Tano Politano enfrentó su propia adversidad al decidir dejar el Turismo Carretera debido a problemas de salud de su esposa que afortunadamente con el paso del tiempo logró superar.

Politano llegó a desempeñarse no solamente como vicepresidente 1ro. de la comisión directiva de la ACTC presidida por Octavio Suárez, sino que paralelamente era un miembro activo de la C.E.C.A (Comisión Ejecutiva de Carreras Automovilísticas), organismo de la Provincia de Buenos Aires, que aún se mantiene en pie, aunque bajo otro nombre.

Durante su trayectoria, cada circuito donde competía el Turismo Carretera en la provincia de Buenos Aires era supervisado por un ingeniero de Vialidad, un especialista en seguridad de la policía y por el propio Tano Politano en lo relacionado a la parte automovilística. Esta estructura garantizó un récord impresionante: no se registró ni un solo accidente en esa época.

Sin embargo, con los cambios de gobierno, esta directiva fue disuelta y los accidentes comenzaron a ocurrir, marcando una era trágica en la historia de la categoría, en la que los accidentes en circuitos como, por ejemplo, de La Plata, Necochea, Ayacucho y Monte, entre otros, se vieron lamentablemente afectados con víctimas fatales, lo que devino en la suspensión definitiva de las competencias en ruta abierta, despojando al Turismo Carretera de su inigualable esencia.

Paralelamente a su labor dirigencial en el Turismo Carretera, el Tano fue titular de la subcomisión de automovilismo del Club Gimnasia y Esgrima La Plata, en las presidencias de Oscar Emir Venturino y Héctor Delmar.

Durante su gestión, en el histórico autódromo Oscar Zambrano de Estancia Chica, propiedad de Gimnasia Esgrima de La Plata, no solo se organizaron importantes competencias de nivel nacional como la Fórmula 4 Mec Nac, la Copa de Damas y el Rally Argentino, sino que también hizo que el club de sus amores organizara una competencia de Turismo Carretera en la ciudad de Olavarría y también que la cancha auxiliar de GELP fuera parque cerrado del Gran Premio de la Provincia de Buenos Aires del año 1976, que históricamente para nuestra ciudad, se largó de manera simbólica desde Plaza San Martín.

En ese contexto, el Tano se enfrentó a importantes desafíos económicos, como la necesidad de gestionar los fondos que se recaudaban en esas competencias para transferir a las comisiones directivas y garantizar el pago al plantel profesional de jugadores del Club Gimnasia y Esgrima.

La historia del Tano Politano es un reflejo de pasión, desafíos y vocación de compromiso “ad honorem”, puesto al servicio del bien común que marcó al automovilismo. Su legado perdura en cada recta y curva que transita el Turismo Carretera, un deporte que sigue siendo una parte esencial de la identidad argentina.

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