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Viviana Canosa: La periodista que descarta todo, desde la familia hasta a su hijo

Viviana Canosa y el vestuarista Javier Musetti. Otros tiempos.

“Para ella todos somos descartables. Hasta su mamá le tiene miedo que algún día la descarte”. Estas son las palabras que mejor parecen describir a Viviana Canosa.

Fría, calculadora, hoy de novia con uno de los símbolos del Grupo Clarín como es Sebastián Borenztein, hijo del mítico Tato Bores y columnista de los días domingos en el diario de la compañía, la conductora de televisión no tiene buenas referencias y es difícil encontrar personas que hablen bien de ella sin que éstas tengan intereses en común.

Tuvo la intención de adoptar un niño de Haití, pero diversos asuntos burocráticos entorpecieron el trámite y descartó al pequeño. Incluso afronta cuatro demandas y de ninguna de ellas se ha hecho cargo.

Hoy, desde lo emocional, Viviana está sola. Pese a tener un hombre al cual no se cansa de elogiar, destacando su inteligencia y demás palabras que alimentan el orgullo personal, la conductora pasa sus días con personas que padecen serios problemas de adicción no sólo a las drogas, también al alcohol.

Para muchos, el primer gran descarte de Viviana fue su ex marido, el productor Daniel Tobal, que colaboró en la subsistencia de la periodista de espectáculos en los medios y especialmente en la televisión abierta al convencer a Daniel Hadad, por aquel entonces dueño de Canal 9, de ser la cara visible del espectáculo de aquella señal al frente del programa “Los Profesionales de siempre”.

Pese al esfuerzo y una vez situada como conductora de un ciclo de espectáculos intentando dar batalla a sus antiguos jefes, llámense Jorge Rial y Luís Ventura, se deshizo de su marido.

Antes de concretar su separación Viviana comenzó a creer que tenía poder, que sería capaz de hacer la misma carrera que sus maestros del periodismo, a los que anteriormente hacíamos referencia, y comenzó a generar sus primeros conflictos legales.

Amigo y vestuarista, primer descarte

Javier Musetti es uno de los vestuaristas más reconocidos del país, además de un asesor de imagen muy querido en el ambiente artístico, pero hoy reclama más de 700 mil pesos por haber trabajado en negro durante nueve años con la conductora y haber padecido delicados estados de salud, al límite de estar en coma, producto del stress causado durante su vinculo laboral con Canosa.

NOVA charló con él y, además de confirmar diferentes datos que publicamos en este informe, detalló su pelea legal con la periodista.

“Se me perforó un intestino a causa del stress sufrido por esta señora. Llegué a estar en coma y eso a ella ni le importó. Me operé tres veces mientras trabajé con ella, ya la segunda vez ni mensajes me enviaba para saber cómo estaba. Cuando me dieron de alta, me despidió por medio de un mensaje de texto”, recordó.

Hoy la relación de Musetti con Canosa no existe. “Hay una reunión en tribunales (será el 10 de abril), a la cual ni ella ni yo vamos a asistir pero en la cual nuestros abogados se van a cagar a trompadas, porque ella se tiene que hacer cargo de esta avivada que hizo conmigo.

Tres abogados, del mismo buffet, en representación de Canal 9, por un lado, Daniel Tobal, por otro, y Viviana Canosa, el tercero, me hicieron firmar un papel donde decía que yo no reclamaba nada del 2010 hacia atrás (NdelaR: Musetti trabajó para Canosa desde octubre del 2002 y desde el 2003 la asistía en Canal 9, que a partir del 2010 obligaba a que los asistentes de sus figuras sean empleados de la empresa) que me echaban, me indemnizaban, pero me contrataban… todo muy raro. Una truchada que ahora tienen que hacerse cargo y pagarme”.

“En medio de todo esto, ella dice que no me conoció nunca”, detalló, incluso sostiene que esto siempre estuvo asesorado por la abogada de la periodista, Ana Rosenfeld.

“Ella está mal asesorada. Ahora la veo sin contención. A ella sólo le importa ella, nadie más. Yo la quise como amiga, pero ella nunca me quiso, incluso haberme hecho firmar ese papel junto con Tobal fue una señal de mala fe, algo que nunca tuve para con ella”, finalizó.

Separación, adopción y segundo descarte

A fines del 2010, luego de 17 años de relación, la periodista confirmaba su separación de Daniel Tobal. Tras algunos años trabajando con el ciclo de espectáculos que la reubicó en la escena periodística, Canosa decide dar un giro a su programa y aportar a informes de interés general. Así, del día a la noche, comienza a interesarse por la crisis en Haití y el terremoto en Chile.

Durante su viaje a Haití, ya sin su marido como encargado de producción, decide adoptar un bebé haitiano por recomendación de algunos amigos. Aunque su gesto es valorable, el resultado final deja una idea para nada destacable.

“Ella fue a Haití, se alojó en un barrio hiper peligroso donde más de una vez tuvo que ser sacada a las corridas para que no la maten. Allá inicio los trámites de adopción, se los aprobaron, pero cuando tuvo que salir del país con el chiquito no la dejaron porque el orfanato donde estaba el bebé no tenía acuerdos de adopción con la ONU (Organización Naciones Unidas) y no querían sacar al pequeño de su hábitat. Al nene lo habían tirado al jardín del orfanato después de un bombardeo”, confirmó Musetti, que además analizó: “antes no tuvo hijos con Tobal, su ex marido, porque no quería tenerlos”.

La historia de amor, lejos de enternecer a la conductora, no hizo más que enriquecer su historia de vida y alcanzar el objetivo, quizás, de vender mejor la historia prevista para editar y presentar en el canal (para el cual debió convencer a Hadad, esta vez sin la compañía de su marido). ¿Llevó adelante una lucha por lograr traer al país a su pequeño hijo? La respuesta es no.

“Se aburrió cuando vio que tenía que realizar muchos trámites. Para hacer algo así hay que hablar con varias personas antes, o haberlo cambiado de orfanato, pero ella ya había perdido el interés en ese bebé”, puntualizó el vestuarista.

Papá, mamá y panelistas, ¿también se descartan?

“La hija del carnicero de la calle Conde”, decía Luís Ventura cuando se refería a Viviana Canosa. Efectivamente, el padre de la conductora era carnicero, hoy jubilado, y su madre una ama de casa a la cual muchos describen como “una divina”. Pero la idea de “descarte” con la cual vive su hija también se traslada a la familia.

Sus padres siempre mantuvieron su humildad pese a las apariciones públicas de su hija, jamás cambiaron su domicilio y trataron de no mezclarse con el tipo de gente con el cual se juntaba su pequeña “Vivi”.

“Ellos son muy buena gente. La madre le tiene miedo porque entiende que a ella también la pueden descartar”, confiesa Musetti.

Un tema aparte son sus hermanas Betty y Alejandra (“no la puede ni ver”, cuentan allegados a la familia), en especial con Ale.

Hace algunos años, Alejandra, sin ayuda de Viviana, había logrado ingresar al programa de “Chiche” Gelblung. Tras arreglar el dinero y horario a realizar, el periodista que por aquel entonces se desempeñaba en Radio 10 le dijo que no volviera, que habían decidido no contratarla.

“Alguien no se bancó tener a dos Canosa en la misma emisora”, dijo Alejandra. Los rumores dan cuenta que Viviana, junto a su marido Daniel Tobal, presionaron a Hadad para que eligiera, “ella o yo…”. La rápida acción equivalió a una respuesta.

Pero este miedo familiar aún no se ha trasladado a tres personas que están muy cerca de ella. Nos referimos a Camilo García, Luis Bremer y Adrián Pallares. En el detrás de cámara no se cansa de decir que está cansada de los comentarios que hacen al aire, muchas veces sin sentido y que, si no fuera por algunos compromisos, haría lo posible para despedirlos.

Incluso la inclusión del periodista Jorge Lafauci fue posible sólo para poder mantener una buena relación con una diva que había jurado no hablar en el programa de la periodista ya que mantiene una estrecha relación con un archienemigo de Canosa, Luis Ventura. La diva en cuestión es Moria Casán.

Demandas, juicios y embargos

La disputa legal iniciada por el vestuarista Javier Musetti no es más que una de las cuatro patas de la mesa donde se esparcen todas las páginas de las causas que afronta la conductora.

A los más de 700 mil pesos que reclama su ex asistente, se suman las demandas por despido injustificado, y sin indemnización, de un chofer y el ama de casa que la periodista contrató años atrás. En ambos casos, Canosa evitó el contacto con ellos y no tuvo intenciones de llegar a un arreglo económico que permita evitarle un conflicto mayor, pero dejó todo en manos de sus abogados que continúan “pateando” las demandas con diferentes artilugios legales. Los demandantes solicitan un resarcimiento de más de 70 mil pesos cada uno.

Más efectiva fue la demanda realizaba por el representante de modelos Ricardo Piñeiro, por daños y perjuicios en el año 2003, cuando la conductora acusó al empresario de quedarse con el dinero del cachet de varias modelos.

De la mano de su abogado, Piñeiro logró embargar el sueldo que percibe la periodista de su programa radial y estaría elevando el pedido pertinente para hacer lo mismo con los haberes televisivos que percibe la conductora, teniendo en cuenta que en febrero pasado tendría que haber abonado más de 200 mil pesos y aún no lo ha hecho. Una joyita.

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