Perfiles urbanos
Nacido en cuna peronista

VIDEO | Altos de San Lorenzo: el hombre detrás del parlante publicitario

Carlos Fabián Tagliaferro en el viejo Consejo de la Juventud en 1991.

“Axel, Alak, el cambio que esperás” suena en un equipo de música a puro power en la esquina de 22 y 74 en Altos de San Lorenzo. Lo lleva un militante del especio político que se encuentra militando en la zona.

El tema fue compuesto por el maestro Tony Caribe y por un acercamiento con un viejo conocido del lugar accedió a hacer un spot de campaña de manera gratuita. Detrás del parlante, apuntándolo para un lado y el otro, está Carlos Fabián Tagliaferro que con más de 30 años militancia afirma que “a mí no se me caen los anillos por llevar un parlante o hablar con un vecino”.

Tagliaferro nació en cuna peronista en el Barrio de Gambier. Allí transcurrió su infancia hasta que, durante la dictadura militar, un grupo de soldados pateó la puerta de su casa y se llevaron a su mamá. “Mi vieja estuvo 100 días desaparecida, mi viejo estaba trabajando en la metalúrgica sino también se lo llevaba” contó.

De ese día que lo dejó marcado afirma haber tenido un dato importante que pudo resolver junto a su mamá cerca de 40 años después: “En épocas de la dictadura las reuniones políticas y la militancia estaba prohibida pero de todas formas mis viejos no abandonaron la militancia. Enfrente de casa estaba nuestra Unidad Básica. Eso hizo que un día uno los vendiera y se metieron en mi casa. Mi vieja pensó por 40 años que el buchón era un compañero y yo le aclaré luego de todo ese tiempo que junto a mi hermano, teníamos yo 11 y el 10 años, vimos cuando entró el que la señaló”.

Ambos progenitores aún viven. Son parte del populoso barrio de Altos de San Lorenzo. Carlos aseveró que sus padres, luego que los militares liberaron a la mamá, decidieron irse de ese barrio. En un principio al barrio El Mondongo. Luego a un terreno que habían comprado hacía tiempo en 79 y 29, cerca de la Estación Elizalde.

Atrás habían quedado esos pequeños recuerdos de su infancia en donde “Carlitos” no se olvidó nunca de su paso por la Escuela Primeria “San Miguel”, 44 y 135, ni de las jornadas políticas en donde “llegaban para repartir pan dulces, sidras, se hacía fiestas infantiles, obras de teatro, cine para los chicos y se hacía un puerta a puerta de los reyes magos”.

La pelota de fútbol fue siempre su amiga. A pesar de haber sido por un tiempo vecino del barrio El Mondongo, su afinidad por la roja y blanca nunca se mudó. “A las 9 de la mañana empezabas a patear y terminábamos de jugar en el campito del barrio a las 9 pero de la noche” comentó.

La vida le pasó rápido. Trabajó desde chico. Se recibió de Maestro Mayor de Obras en la ENET Número 5, Manuel Savio, de 76 entre 7 y 8, para luego encarar la carrera de abogacía. El sueño se truncó. Le tocó la conscripción y tuvo que hacer más de un año en el Regimiento 7 de Infantería en el Cuartel de Arana.

“Yo siempre trabajé, después de la colimba que me tocó en el años 1984, salí y entré en un autoservicio, después en comercio para finalmente trabajar en un Estudio Jurídico que me mandaba a Tribunales como una especie de gestor. Quise retomar derecho pero ahí el trabajo era mucho. Así fue por 30 años”.

Por momentos la charla va y viene sobre diferentes temas. Se hizo una pausa sobre su paso laboral para volver a su militancia política pero más adelante contó decisión que tomó para dejar su trabajo de saco y corbata.

En cuestión, el hombre del parlante, rememoró que “cuando salí del servicio militar siempre estuve de alguna u otra forma ligado a la política. En 1985, abrieron una Unidad Básica en 134 y 79, Julio Alak era un pibe, estaban Raquel Trejo, Alberto Delgado, Antonio Lomuto que luego fue director del Cementerio, Pedro López, Claudio Gallo, María Celia, una banda de compañeros que ahora se me escapan”.

En los 16 años que Alak fue intendente nunca fui ni quise ser empleado municipal, “uno no está en política para ganarse un sueldo sino para ayudar a la gente” apuntó y agregó que “mi vinculación fueron dos años en la Dirección de Juventud junto a Claudio Gallo, la cual dejamos por diferencias en la metodología de trabajo. Querían que me quedara pero yo había ido con una persona y me fui con ella”.

Se estableció en 26 y 80 en donde hizo su casa junto a Gabriela. La conoció en sus inicios de militancia política. Fruto de ese amor nacieron Florencia que es licenciada en Psicología y Facundo que es periodista.

Desde un principio de la charla, Carlitos, como lo conocen, dejó bien en claro que detrás del parlante hay una persona instruida, capacitada, con una familia formada y con varios pergaminos en su militancia política. “Los pibes de ahora deberían tomar los ejemplos de la gente más grande que hemos pasado cosas bravas. Nosotros no tenemos problemas de salir a la calle haya o no haya material para hacerlo, o armar un pasacalle, o agarrar un parlante en este caso, la militancia es todo y muchas cosas se han ido perdiendo”.

Su compromiso con la política y el trabajo tuvieron sus momentos de crisis. “A los 50 años, yo había juntado unos mangos, ya tenía mi casa, tenía invertido unos pesos en un remís y estaba cansado del trabajo en Tribunales. Sabía que iba a ganar menos pero quería respirar otra cosa. Quería quilombos míos, no quería más quilombos de otros. Busqué hacer algo que me guste y que lo pueda manejar yo” redondeó.

Con la política le pasó algo similar. Se cansó y resaltó que su forma de ser frontal y decir lo que le parece bien y lo que le parece mal, muchas veces le jugó una mala pasada. “No me fui a mi casa porque siempre estuve cuando me llamaron, iba a fiscalizar en las elecciones, pero me corrí del día a día” señaló.

“La politica uno la lleva adentro, se interesa, piensa, putea, pero en esos momentos no le daba una continuidad. A mi mamá que tanto militó le habrá pasado lo mismo pero hoy a su edad esa llama sigue intacta” dijo y argumentó que “Cuando Julio Alak empezó a presentarse, dar charlas por los barrios enseguida me anoté, me despertó que debía volver a ser intendente. Fue el mejor que tuvimos”.

Como ya lo había contado, ser el hombre parlante de Alak le ha traído algunas cargadas de sus compañeros de militancia pero lo lleva con orgullo. “El tema lo trajo un compañero, el spot músical es de Tony Caribe, lo escuchamos un vez, dos veces, es pegadizo, nos gustó y cuando salimos a caminar los barrios de Altos de San Lorenzo me pareció que estaba bueno tener una identificación, sino parecíamos de una congregación religiosa”.

“Cómo hacerlo no tenía ni idea, me ayudó mi hijo que bajó el tema, lo puso en un pendrive y me lo puso en el equipo” aseveró y concluyó que “la gente lo recibió muy bien y a mí, como cualquier tarea militante, no me molestó que me digan lo que quieran, uno lo hace por gusto y ahora más todavía”.

Tagliaferro se disculpó pero su tiempo se había agotado, debía volver a la Unidad Básica porque desde allí junto a sus compañeros estaban preparando el material para repartir el fin de semana. “No pretendo ningún cargo ni trabajo, esto uno lo hace de corazón y por convicción” finalizó.

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