Esta efeméride recuerda la movilización y el pedido de liberación de Juan Domingo Perón, preso por entonces en la isla Martín García.

Con el paso de los años, esta fecha se vive como un día emotivo y de recuerdos, para seguir manteniendo viva la esencia y la liturgia peronista.

Pero esta esencia se va diluyendo con el correr de los años. En la ciudad de La Plata el justicialismo está fragmentado, mal entonado y, por sobre todas las cosas, con una agenda distinta al compañero de al lado.

En otras ciudades de la provincia de Buenos Aires, el Partido Justicialista del distrito, organiza una actividad y van todos los peronistas. En este caso, en la ciudad de las diagonales, hay doscientas actividades distintas y los mismos peronistas en vez de tejer acuerdos en pos de la unidad, salen a jugar divididos en distintas facciones.

Por citar casos: el diputado Ariel Archanco, que realiza actividades con asistencia de militantes que lo ven como una figura destacada -más allá de ser el presidente del Partido Justicialista-; Florencia Saintout, quien desde el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires apiló a sus adherentes para que siguieran confiando en ella y realizan, desde una entidad con “peso provincial”, jornadas peronistas en donde solo participa la Facultad de Periodismo, donde radica el núcleo duro de sus bases.

Ni hablar de Victoria Tolosa Paz, flamante integrante del elenco gubernamental de Nación, cumpliendo el rol de ministra de Desarrollo Social y por sobre todas las cosas, teniendo concejales en la Municipales de La Plata que la representan pero que no figuran ni en las figuritas del Mundial.

Por otro lado, y como dato no menor, está Guillermo Escudero quien, con el ex presidente del Partido Justicialista, Luis Lugones y sus jefes políticos, Mariano y Gabriel Bruera, buscan nuevamente insertarse en el mundillo platense, participando de todos los eventos habidos y por haber e intentando recuperar lo perdido en los barrios.

Faltarían mencionar distintos dirigentes como el diputado bonaerense Juan Martín “Tachu” Malpeli, que en nombre del massimo y desde su tradición militante, busca consensuar y participar de todas las actividades que lo convocan; Federico Martelli, que analiza cada movimiento que da pero está más enfocado en unificar el peronismo que busca nuevos aires; el ex edil y referente del FR José Ramón Arteaga, que desde la CNRT está constantemente dedicado al trabajo y cuando está en la ciudad se muestra activo y así, un sin fin de dirigentes de pesos que buscan recomponer los lazos con el peronismo.

Juntos también es peronista

Es sabido a través de varios vídeos y fotos, que Julio Garro participó de diversos actos peronistas, particularmente acompañado de Marcelo “Chuby” Leguizamón como secretario de Gobierno y Fabián Lugli como secretario general de Relaciones Políticas e Institucionales de la comuna, busca incentivar el comienzo de un nuevo peronismo con nuevas cualidades, metas y objetivos.

A los antes mencionados, se suman dirigentes menores que participaron de diversas actividades peronistas recordando aquel 17 de octubre de 1945, por sobre todas las cosas, enmarcados en la unidad de un peronismo no kirchnerizado.

¿Qué pasará con el peronismo?

Actualmente de cara a las elecciones del 2023, el peronismo está transitando un laberinto en cuyos intrincados recorridos se cruzan Victoria Tolosa Paz, Florencia Saintout, Guillermo Escudero y después movimientos que incentivan el impulso del edil Luis Federico Arias, así como los mencionados Martelli, Malpelli, Arteaga, el ex concejal Oscar Vaudagna, el ministro de Justicia Julio Alak junto con Lucia Iañez (su delfín en Diputados), el "canillita" Omar Plaini, entre otros.

Faltan meses, las pintadas están, las redes estallan, pero el peronismo de territorio está cansado de las mismas caras y la falta de cambios que garanticen un norte. ¿Habrá reconciliación o veremos 5 listas en las PASO, como ya pasó hace dos turnos electorales con resultados infructuosos?