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Desidia

Una villa en pleno casco urbano

NOVA visitó el histórico barrio Hipódromo y habló con los vecinos de calle 34 entre 116 y 117. (Foto: NOVA)
Los vecinos están juntando firmas para denunciar al intendente Julio Garro ante el abandono de la manzana que abarca 117 entre 34 y 35, como así también 116 entre 34 y 35. (Foto: NOVA)
El mal estado de las veredas e intersecciones impiden la normal circulación. (Foto: NOVA)

NOVA visitó el histórico barrio Hipódromo y habló con los vecinos de calle 34 entre 116 y 117, quienes están juntando firmas para denunciar al intendente Julio Garro ante el abandono de la manzana que abarca 117 entre 34 y 35, como así también 116 entre 34 y 35.

El conflicto entre los vecinos se generó al no poder caminar por esas intersecciones ante el mal estado de los frentes de las propiedades que están al borde del derrumbe, como también el pésimo estado de las veredas donde ya varios vecinos sufrieron caídas.

La indignación de algunos propietarios se debe a que pagan regularmente sus impuestos, mientras que otros vecinos están colgados de la luz, no pagan el impuesto municipal y tampoco se hacen cargo del estado de sus casas.

Martín Echegaray, médico de un conocido hospital público de la zona, además de propietario de una de las pocas casas que están en condiciones en esa manzana, informó a NOVA que hace dos semanas una rata intentó morder a un niño del barrio ante la desidia y el abandono.

Asimismo, varios vecinos manifestaron la necesidad que la propia Municipalidad o la Gobernación se haga cargo del estado de las veredas y que multen a los frentistas propietarios de esas casas que literalmente se están por derrumbar, con el riesgo de que los muros caigan encima de los peatones.

Delia, una vecina que vive en la manzana de la discordia y que quiso reservar su apellido en el anonimato porque vive en el barrio hace más de 30 años (la conocen todos y tiene miedo a las represalias), manifestó la preocupación que genera el tema edilicio de la calle 117 entre 34 y 35, cómo así también de calle 116 entre 34 y 35, no solamente por una cuestión de imagen -a la cual se refirió cómo una favela- sino por el peligro que generan esas grietas en varios frentes.

Los vecinos insisten en que el intendente Garro se haga presente y tome las medidas pertinentes.

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