"Un, dos, tres Pelo Pelito es": cuando se los mira se quedan quietos
La política local, provincial y nacional ha entrado en un impasse que, ante tanta efervescencia previa, pareciera que ya no se habla más de nada y que nadie quiere levantar la voz de cara al 2023.
Mientras que se anuncian subas de impuestos, naftas, precios, hay acampes piqueteros y la economía se lleva puesto el bolsillo de los vecinos y vecinas que viven el día a día una realidad muy diferente al establishment político, siempre pasan cosas que apuntan a acuerdos o desacuerdos políticos.
Esta semana podría llamarse: siete días light. Los conocedores de los juegos políticos auguran que no habrá PASO porque al Frente de Todos, con los votos de Javier Milei y el visto bueno de los gobernadores, le alcanza para suspender las primarias.
Ya se sabe que será por esta vez y se alejará la profunda crisis económica, algo que por muy cierto es verdad, pero la no votación tiene trasfondo político y tiende a fortalecer fuerzas.
Mientras los partidos no liberan las afiliaciones hace años, salvo algún acting para poner en marcha a la militancia y los empoderados medir músculos, la participación partidaria está frenada. Las Cámaras sesionan poco y los frentes se dedican más a plenarios o encuentros que a debatir políticas que les interesen al vecino.
La política también y no es nuevo. Como ya se dijo, los precios, las marchas piqueteras y cómo quedará el dólar es la preocupación de la gente y los políticos lo saben.
Algo así habrá intuido Victoria Tolosa Paz luego de aquella fallida aparición en un club donde fue abucheada. Ser la cara de Alberto Fernández, salvo para ocupar cargos y repartir computadoras del estado a la gente allegada, no le sirve de mucho.
Borrada de los espacios donde solía aparecer y de la pelea mediática, la esposa del empresario, José Pepe Albistur, que se hizo millonario de la mano de Néstor Kirchner y Cristina Fernández ha dejado de aparecer como lo venía haciendo hasta hace poco. Fuentes cercanas confiaron que el interior de la provincia, la putean menos.
La Cámpora está replegada pero atenta a cualquier garbanzo que le puedan lanzar a Cristina Fernández. Sin actividad política concreta, salvo el acto en Periodismo para levantar la mano de Luis Lula Da Silva que este domingo dirime el poder de Brasil con Jair Messías Bolsonaro, por el resto no han hecho nada.
Mediáticamente, el ex juez Luis Arias comenzó con su habitual verborragia a poner matices sobre el accionar del gobierno comunal despegándose un poco de la línea editorial del bloque que comanda la concejal Yanina Lamberti.
El caso de Guillermo Escudero es todo lo contrario, poco trabajo en el Concejo Deliberante, por el cual le pagan el sueldo, y mucha caminata al mejor estilo Pablo Bruera.
Un tercer sector se asoma, o bien un cuarto porque aún se duda de lo que hará Julio Alak, es el que conforman Gastón Castagnetto, hijo Carlos ex arquero de Gimnasia, y la ex concejal Ana Arranz, Pablo Fernández hasta hace poco en el Ministerio de Seguridad del espacio de Sergio Berni, y Nano Cara que desde su desligue de La Cámpora no ha podido hacer pie en ningún lado.
Por el lado de Juntos por el Cambio, asesorado por Javier “Hay Equipo” Pacharotti, el abortista y responsable también de la fatídica ley de alquileres, Daniel Lipovetzky, paró gente con folletos en la paradas de los semáforos en la periferia. Ni los volanteros conocen su nombre, pero los ponen con mesas y banners a promocionar su figura.
Los radicales están tiemblan como una gelatina y hasta si por el arte culinario se trata la afirmación, hay olor a panquequeada en cualquier momento. Pensando que tenían la figurita de Lionel Messi en el álbum del Mundial, más de uno salió a la palestra con la foto de Facundo Manes esperanzados en tener la punta de lanza más filosa.
El acto de la semana pasada en Plaza Belgrano ante un puñado de correligionarios que no fue el número que esperaban, sumado a la poca participación en la inauguración de un local, le quita un poco de fuerza de ir solos contra todos los seguidores del Partido centenario.
Es más, ya algunos dirigentes optaron por la foto cerca de Julio Garro que del armado partidario. Mientras que los jóvenes y la Franja Morada apuntan al vamos por todo, los viejos militantes de las mesas de boliche donde han participado gran parte de su actividad política, entraron en la retirada.
Por el lado del alcaide platense, Julio Garro, continúa su gira local entre festejos del Día del Niño, de La Primavera, aniversarios de localidades, y cuanto escenario le pongan adelante sus organizadores políticos.
De política muy poco, sigue su camino provincial en busca de encabezar o ser el vicegobernador bonaerense, siempre dentro de la rosca del frente que representa, sin muchas salidas al interior.
Los grandes medios lograron bajarle la espuma al tren Milei, en donde el economista pasó de ser tapa de los diarios a estar recluido de la opinión pública, seguramente no por propia voluntad, sino que su crecimiento entre la opinión pública logra más quitarle votos a Juntos por el Cambio que al Frente de Todos, y a sabiendas de que podría darse una elección sin primarias, el arrastre de Milei podría atentar a las intenciones del macrismo y sus asociados.
Con una polarización notoria que se vive y se palpa, con menos candidatos y con un tono sumamente bajito, pasó la semana política platense sin mucha bulla e infinidad de amagues. Todo hace indicar que, ante tanta incertidumbre en las encuestas y en los números, la identidad política se afina cuando se camina por seguro y son muy pocos los que quieran dar la cara.