Perfiles urbanos
Esfuerzo descomunal

Un camino sin fronteras, una voz que escuchan y un objetivo que continúa

El periodista Guillermo Ponce.

Por Pedro Domínguez, de la redacción de NOVA

A veces, las personas tratan de remarcar inconsiderablemente lo malo y lo bueno de la vida, tratando siempre de buscar que la sociedad a la cual le llega el mensaje, tenga una noción sobre lo que ocurre y que a partir de ese momento, se produzca un cambio para el bien de la comunidad.

En este caso en particular, en la ciudad de La Plata, tenemos que hablar de un licenciado en Comunicación Social, que siempre traspasó la frontera de lo bueno y lo malo y enfatizó en el crecimiento del bien común, colaborando siempre con los demás, sin importar el qué dirán.

Está es la vida de Guillermo Ponce, que con 46 años, trazó un largo recorrido en los medios y puso la vida de muchos por sobre la de él. Todo comenzó el primero de marzo de 1977, cuando nació.

Sus padres estuvieron constantemente cuidando de él y trabajando para que progrese en su vida. Estudió en el Colegio José Manuel Estrada, donde estuvo a gusto con sus compañeros y, además de disfrutar con sus compañeros, también enfatizaba en el estudio y principalmente, en la materia lengua, donde su profesora le marcó el rumbo a seguir.

Poco a poco, le fue agradando la materia hasta que, una vez que egresó, decidió ir directamente, sin pensarlo, a la Facultad de Periodismo. En 1995 puso su firma y se convirtió en estudiante de la institución y, posteriormente, en 1998 ingresó como pasante en el diario Hoy.

En ese lugar, conoció a cientos de comunicadores experimentados y reconoció algo que todos los periodistas dicen: “No es como nos decían en la facultad”. A partir de ese momento, le costó adaptarse a la realidad de la comunicación.

Rápidamente, encontró su segundo lugar, el diario Pregón, se ofreció como pasante y tras armar su primera nota, le pagaron 20 pesos. Ese fue el primer “sueldo” de periodista que cobró Ponce.

Posteriormente, tras continuar en la senda de la facultad, por el cuarto año de la carrera y quedando a cargo del diario porque la directora se fue de vacaciones, ingresó por la tarde a trabajar en NOVA, donde aprendió muchas cosas buenas y principalmente, se hizo de buenos amigos que lo acompañaron en ese trayecto.

Pero, su amor lo encontró cuando ingresó a las instituciones de colegios profesionales, llegando al 2000, encontró lo que verdaderamente le apasiona, ser prensa institucional.

Rápidamente fue creciendo en la profesión, trabajó en una consultora, pasó a estar encargado de un suplemento semanal en Ámbito Financiero, colaboró en un programa de Canal 7 y, llegó diciembre del 2001, donde directamente se quedó en la calle, producto de la crisis.

Ese golpe, no lo detuvo, estuvo meses sin encontrar trabajo y cada vez que le cerraban una puerta, él iba y golpeaba otra.

Ya en el 2002, arrancaba el Mundial de Fútbol y comenzó a trabajar en Red92. Ponce se levantaba temprano, ya que los partidos eran de madrugada y, tras ver el potencial de él, estuvo dos años en el medio.

Actualmente, Ponce continúa caminando diversos medios de comunicación, desde el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, prensa de diversas instituciones, en diversos programas de radio, en donde comparte espacio con Sebastián Domenech, periodista de TN, y con la consultora en Buenos Aires.

Tras este breve recuento de su historia Ponce, entiende bien que la comunicación es muy importante para la sociedad, donde intercambian información y establecen una relación social con su alrededor.

El no bajar los brazos y continuar en la lucha es característico de muchos periodistas, es por ello que simplemente lo recomendable es no bajar los brazos y continuar.

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