La crisis de representación es tal que ni siquiera los dos ex alcaldes mencionados (Alak es ministro de Justicia bonaerense y Bruera está borrado de la escena, lo único que les queda es una banca con en el Concejo Deliberante, con Guillermo Escudero) conservan una porción de poder que les permita posicionarse de forma independiente sin necesidad de acudir a la botonera que maneja el camporismo.

El alakismo y el bruerismo hasta perdieron la conducción del PJ, que ahora maneja La Cámpora con el diputado cristinista Ariel Archanco como conducción formal.

La última elección partidaria dió prueba de ello: ninguno de los espacios pudo imponerse en el armado del organigrama institucional, que quedó en manos de la agrupación de Máximo Kirchner.

Para colmo, Garro, que tiene un pie puesto en la Provincia y otro en La Plata, incorporó a su gestión a varios de los cuadros del peronismo tradicional, con el límite puesto en La Cámpora.

Otro síntoma de la falta de rumbo se da en en Concejo, habitual caja de resonancia política local. Si bien el bloque que conduce Yanina Lamberti vota en sintonía en las sesiones, las distintas vertientes que integran la bancada de 10 ediles chocan entre sí a la hora de diseñar posiciones en temas legislativos y más aún cuando se cuela el fantasma de la próxima campaña electoral.

Ellas

A pesar de la derrota que sufrieron en la multitudinaria interna del 2019 contra el armado de Cambiemos encabezado por Garro, Florencia Saintout y Victoria Tolosa Paz son las últimas expresiones electorales del pan peronismo.

La primaria en ese entonces quedó en manos de la actual titular del Instituto Cultural y mandamás de la Facultad de Periodismo. La diputada nacional albertista quedó "con la sangre en el ojo" y a pesar del caos que reina en el minusválido campamento de su jefe político, no resigna su apetencia de llegar al principal despacho de calle 12.

El problema es que difícilmente la coyuntura la ayude y su nombre quedó pegado a la derrota que sufrió el FdT en la elección de medio término del 2021.

En el horizonte local del frentetodismo tampoco asoma una figura que garantice una comunión entre las facciones que integran el espacio, dónde también juega -con una cuota de poder mucho menor- el Frente Renovador massista.

Por lo pronto, y a pesar de la distancia sideral que separa el reloj actual con los próximos comicios (más de 15 meses), en los despachos del peronismo se conformarían con "al menos mantener" un armado legislativo en el Concejo que evite la sangría por goteo de bancas.

En el 2021 perdió una que fue a manos del garrismo, que le sacó 10 puntos en el conteo oficial de votos, "un escenario quebemis evitar", dicen en el FdT.