Rodríguez Larreta continúa incrementando su imagen positiva en La Plata y desplaza a Macri como referente opositor
Tras el cambio de gobierno y el inicio de la pandemia, la figura de Horacio Rodríguez Larreta comenzó a erigirse como la principal voz opositora y de a poco continúa subiendo la preferencia de los sectores no K de distintos distritos del país como político presidenciable, desplazando a Mauricio Macri.
Uno de esos casos ocurre en La Plata, donde el jefe de Gobierno porteño tiene una alta imagen positiva, en contraste con lo que ocurre con el gobernador Axel Kicillof y el presidente Alberto Fernández, cuya imagen negativa, desde marzo, no ha parado de aumentar.
Comparativa La Plata #imagen sep- oct @alferdez @Kicillofok @JulioGarro pic.twitter.com/oGUNiCp850
— Anibal Urios (@UriosAnibal) October 29, 2020
De todo el arco opositor, siendo uno de los pocos integrantes de Juntos por el Cambio con responsabilidad en un Ejecutivo, Rodríguez Larreta continúa posicionándose como un candidato presidenciable de cara a 2023, a pesar del fastidio que esto genera en Juntos por el Cambio que todavía piensan que el líder de esa coalición es Macri.
La gestión de la pandemia y la baja de casos de coronavirus en Capital Federal catapultaron al jefe de Gobierno a la escena nacional y no son pocos los que ven con buenos ojos que se convierta en el sucesor de Alberto Fernández, dado que, además, en 2023 no tiene la chance de reelección en la Ciudad de Buenos Aires.
En La Plata, Rodríguez Larreta mantiene una imagen positiva de 52,1 por ciento, contra una imagen positiva de 31,9 por ciento, mientras que el resto tiene una percepción "regular" del dirigente. Los datos se desprenden de un sondeo de opinión realizado en septiembre por DC consultores, de Aníbal Urios.
Siendo que el jefe de Gobierno porteño ha tratado de mostrarse conciliador y en búsqueda de consensos, no llama la atención que en consonancia con su buena imagen, los platenses en la misma encuesta hayan mostrado su desprecio por la denominada "grieta", a la que han calificado mayormente como "discurso de fanáticos", mientras que otras percepciones son "una manera de ocultar errores", una "excusa para gobernar" o "una manera de echar culpas".
Al parecer, Mauricio Macri deberá dar un paso al costado y darle la posibilidad a otros dirigentes que tienen mayor imagen positiva y pueden dar muestras de buena gestión ante un contexto difícil.
