Hace tres días, la Base Aeronaval Punta Indio quedó señalizada como sitio de memoria del terrorismo de Estado en la provincia de Buenos Aires, porque desde allí partieron algunos de los aviones que bombardearon Plaza de Mayo y sus adyacencias en 1955.
Durante el fin de semana apareció con pintadas ofensivas sobre su texto que sigue con una avanzada de violencia contra lugares de referencia de la lucha por más derechos en la localidad. La semana pasada, durante el ataque a la Dirección del género, mujeres y diversidades y la casa del Museo Histórico, había sido vandalizado uno de los chapones del memorial colocado por la Comisión Provincial por la Memoria para recordar a las víctimas de los bombardeos.
A días de que quedara instalada la señalización de la secretaría de Derechos Humanos de Nación en el predio de la Base Aeronaval Punta Indio apareció pintada con aerosol, tachado su texto y consignas y con dibujos ofensivos. “Esto, como hija de desaparecidos, me da tristeza y bronca pero lo material de una forma u otra se arregla, el tema es que esto se empiece a violentar más”, señala Mariana Corvalán Delgado, hija de desaparecidos e integrante de la agrupación HIJOS en Punta Indio.
Tras el resultado de las elecciones ya son varios los ataques que se dan en la localidad hacia espacios de reivindicación de derechos y sitios de memoria. La semana anterior habían atacado a piedrazos rompiendo los vidrios la Dirección del género, mujeres y diversidades y también la casa del Museo Histórico. A piedrazos rompieron los vidrios de ambas sedes, y hasta intentaron derribar las estructuras del memorial realizado por la Comisión por la Memoria en junio, un espacio que recuerda a las víctimas del bombardeo a Plaza de Mayo sucedido en 1955.
“Esto está indicando un nivel de violencia. Y con este clima político tienen más margen para pasar a la acción. Hay una parte de la población que insiste en negar lo que pasó acá; hoy en día nos encontramos con personajes que siendo civiles reivindican la base aérea como lugar y se oponen a la señalización negando que, por ejemplo, hubo dos personas que fueron vistas por última vez en la base antes de desaparecer, negando testimonios de detenidos como el que describe un sótano que existe en la base desde el que se ve la capilla y que dan cuenta de que estamos hablando de un lugar de detención clandestino. Son las contradicciones que tenemos en este pueblo”, cuenta Mariana.
Ella también conoce el otro lado de vivir en una comunidad como la de Punta Indio y no pierde las esperanzas. “Yo creo que la gente no votó la reivindicación del genocidio, creo que votó por enojo o porque tiene hambre, o por errores de los gobiernos hasta ahora. Acá todos saben quién soy, me han visto hablar en actos, en las escuelas, en la plaza, en todos lados y me respetan; las conversaciones con mis vecinos aun con diferencias son amables, espero que el país con estos 40 años de democracia madure lo suficiente para darse cuenta que la violencia no es el camino y hacer lo posible para transitar estos años de crisis que se vienen. Que podamos lograr un gobierno más allá de las personalizaciones. Vamos a a tener que sentarnos, juntarnos, contenernos, pensarnos y capacitarnos también, porque es lo que nos va a permitir seguir adelante y encontrar respuestas”, sostiene.