Martín Vestiga
Una producción de NOVA

Martín Vestiga y la grieta en la Feria del Libro de La Plata

Martín Vestiga, un fiel colaborador de NOVA. (Dibujo: NOVA)

Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.

Aún no había amanecido del todo y venía cruzando la Plaza Moreno de La Plata, festejando conmigo mismo el haberme abrigado muy bien, dado que la ola polar de estos días a primera hora de la mañana es verdaderamente insoportable, cuando me detiene un silbido… deslizó la mirada y era un viejo colega, fugaz pasante de NOVA hace mucho más de una década, no recordaba el nombre, pero se apodaba a sí mismo “lector voraz”.

-Hola Martín, ¿cómo estás?, me saludó formal.

-Muy bien, sobrellevando el frío. Tanto tiempo che, cómo andás vos “lector voraz”…

-¡Jajaja! Muy bien.

-Te perdí el rastro, ¿seguí laburando de periodista? le pregunté mientras intentaba recordar cómo se llamaba.

-No, no era lo mío. Trabajo en una librería acá en el centro.

Al comentar eso, recordé el lío que hay por estas horas sobre la organización de la Feria del Libro La Plata 2022, que arranca este fin de semana en el Pasaje Dardo Rocha.

Es que muchas pequeñas librerías locales se quejaron públicamente que la Municipalidad no las había convocado a participar, a lo que la Secretaría de Cultura de La Plata les salió a responder que sí, que lo hizo a través de la Cámara del Libro. Incluso, pese a haber aclarado la situación, desde el área que preside el joven Martiniano Ferrer Picado abrió la convocatoria para que participen y así dar por cerrada la discusión.

-¿Qué opinás del barullo que se armó con la Feria que arranca este fin de semana?, aproveché a consultarle.

-Mirá Martín, la posta la tiene la Municipalidad, que efectivamente cruzó invitación a las librerías a través de las Cámaras que las aglutina y representa.

-Entiendo. Claro, sino para qué existe un ente que las engloba.

-¡Exacto! Acá el tema es la interna entre ellos mismos. Entre la Cámara del Libro de La Plata y la de Libreros, con la Agrupación de Librerías Independientes que son las que levantaron la voz. La grieta política entre ellos, ¿entendés?

- Ehh no.

- La Municipalidad cede el espacio, auspicia y promociona el evento, nada más. Después si participa una librería u otra, es un tema entre ellas. Entre las grandes y las pequeñas, las de renombre y las barriales, las que pertenecen a la Cámara del Libro o a la Agrupación de Independientes.

- Ahora sí te entiendo-, le dije con ademán de retirada, agregando: Es una rosca, un tire y afloje entre las mismas librerías.

- ¡Exacto! El tema es que como el grueso de las librerías pequeñas o boutique son de zurditos, aprovechan para pegarle a la gestión de Juntos y embarrarle la cancha…

Reconozco que me llamó la atención la cara de desprecio que puso al decirme esto último. Me alejaba unos pasos tras despedirlo abruptamente, cuando me giro al escuchar que me grita:

-¿Sabés qué? Que resuelvan sus problemas internos como libreros antes de quejarse.

-…

-¡Y qué digan si son kirchneristas!, vociferó el hombre, dejándome ya en claro de qué lado estaba parado, sobre todo al ver en la espalda de su campera el logo de una archiconocida cadena de librerías de capitales extranjeros.-

Mándale gas, no te perdás, acordate en dónde estás…

fíjate siempre de qué lado de la mecha te encontrás.

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