Martín Vestiga
Una producción de NOVA

Martín Vestiga y la concejal que está en paz en Tolosa

Martín Vestiga (Dibujo: NOVA)

Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.

Después de transitar las calles de La Plata, agobiado por el sol, entré a un barcito de la ciudad de las Diagonales, y grande fue mi sorpresa y mi pesar, al encontrarme luego de mucho tiempo, con el salvaje y endemoniado Tito Rosca, un ser despreciable y satánico que asusta con sus carcajadas tenebrosas al mismísimo Conde Drácula.

-¡Martincito, qué placer verte por estos lugares!- me dijo el vomitivo personaje, sabiendo que no es de mi agrado ni lo será jamás, por sus prácticas reñidas con la moral y el orden público.

-Para mí no es un placer..-le dije al vomitivo Tito Rosca, a quien no le entran las balas, ya que todo lo que se dice sobre él le importa un bledo.

-No seas tan melodramático, Tincho, tomemos algo fresco, mientras nos actualizamos sobre lo que sucede en la política platense.

-Perfecto, pero solo un rato, pues tengo varios compromisos, le dije al asqueroso sujeto, que a pesar de ser uno de mis mejores informantes, también es el peor de mis enemigos.

- Bueno, Martín, te cuento que una concejal kirchnerista de La Plata, que hace la V de la Victoria y está en paz en Tolosa, que encima quiere ser intendenta, pone fortunas en un programa de América, pero no de su bolsillo, sino de la guita de su marido Pepe, alias “vaca cruzando el río, porque lo único que se le ve, son los cuernos”.

-Entiendo de quien me hablás, Tito, la he visto muy seguido en el programa nocturno de un rubio conductor, es casi abonada, como si fuera una panelista más. Me imaginaba que largaba billete a lo loco, ya que su dorima se ha enriquecido a más no poder con el anterior gobierno K.

-Tal cual, Martincito, es la misma que se come el muchacho de Chacabuco todos los domínguez, perdón, quise decir los domingos, cuando Pepe se va de la casa. La muchacha es joven, fogosa, y le gusta la matraca dale que te dale. Pobre esposo, tiene más cuernos que un camión jaula, y no le responde ni siquiera con la pastillita azul.

-De los cuernos y de la muerte no se salva nadie- le dije a Tito Rosca, quien lanzó una carcajada bestial, que hizo temblar de miedo a todos los presentes en el bar.

Ayy, si supieras, che cornudo, lástima que sos tán boludo…..

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