“Un día de estos se lo llevan puesto”, opinó un limpiavidrios que trabaja en el semáforo de 7 y 72 de la circunvalación, al referirse a un joven discapacitado que pide en las ventanillas del lado de la calle. Cuando arranca el semáforo, queda expuesto como condenado en el paredón de fusilamiento.
En cualquier momento puede llegar a suceder una tragedia en esa esquina, en la mano que va camino al Cementerio, donde un joven en sillas de ruedas comúnmente termina esquivando coches.
Por lo general, este muchacho se acerca a los automovilistas cada mañana para pedir un sustento para poder afrontar el día a día. Quizás sus situación y condición no lo lleven a tomar conciencia de la situación a la que se expone, pero no tiene miramientos en circular por el medio de la calzada, aún cuando el tránsito está en movimiento.
Cabe destacar que, infinidad de veces, cuando se producen las largas colas que van desde avenida 7 hasta calle 5, los más rezagados que llegan al cruce luego de 40 segundos o sobre el filo del amarillo, ya lo hacen a una velocidad de avenida y se encuentran con este muchacho en medio de la calle.
Un limpiavidrios opinó: “Por lo general, en el lugar hay dos muchachos que ofician de limpiavidrios y fue uno de ellos que le comentó a NVE que nosotros le decimos que tenga cuidado, pero al chabón no le importa, le pegan unos finitos bárbaros, pero un día de estos se lo llevan puesto”.
Para finalizar, resulta muy importante que aquel automovilista que lea esta nota tome cuenta de la situación ya que podría encontrarse con este joven entre los autos que van circulando.
