Política
Nuevos objetivos

La oposición hace equilibrio interno y busca ganar la agenda con GPS incierto

El Partido Justicialista de La Plata se rearma y se unifica detrás de varios dirigentes de peso. (Dibujo: NOVA)

En el marco de la primera semana de receso invernal y con una agenda acotada, el armado opositor a la gestión de Julio Garro sigue en su estrategia de posicionamiento pre 2023.

Cómo se detalló en esta columna en varias entregas, el Frente de Todos platense es caja de resonancia política del tembladeral en qué se convirtió el pan peronismo a escala nacional, con "humo blanco" transitorio entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

En los subsuelos del pejotismo platense ya asoman candidateables, pero a diferencia de otros años de transición hay mayores dudas que certezas.

En esa lista, se dijo, cada espacio del Frente de Todos tiene al menos un nombre inscrito en borradores preliminares.

El cristinismo duro tiene como principal referencia en los papeles al titular del PJ, el camporista Ariel Archanco, quien busca ganar exposición encabezando los Cabildos Abiertos del partido, una especie de itinerario barrial en modo random que realiza en distintos puntos de la ciudad.

En ese ámbito, a pesar de las múltiples diferencias, coexisten y sonríen para la foto dirigentes de distinto pelaje y extracciones.

El albertismo -lo que queda del albertismo- está representando por la diputada Victoria Tolosa Paz, que hoy por hoy y a pesar de llevar estampado el sello de la derrota en el 2019, es quien iría en un último intento por pelear la intendencia.

Las cartas para mostrar también son escasas en el bruerismo residual, que integra el PJ institucional con las cartas marcadas y escasa representación.

El sector que responde al ex intendente Pablo Bruera también es parte de las reuniones del Cabildo pero lleva una agenda paralela para sacarle el poco jugo que le queda al concejal Guillermo Escudero, única cara visible que le queda al sector cuyo apellido no podrá volver a usarse para integrar una lista.

Los movimientos sociales también buscan hacer pie en el rompecabezas opositor pero por la actual crisis con el cristinismo de paladar negro por el manejo de planes, por ahora se mueven con cautela.

En ese marco, otro de los escenarios de instalación de nombres es el Concejo Deliberante, dónde en el bloque de 10 ediles -son primera minoría porque a Julio Garro le responden 14 manos levantadas-, se destacan por el camporismo la edil saintoutista Ana Negrete, quien se muestra activa en la presentación de proyectos, y también la titular del bloque, Yanina Lamberti.

Garro se pega a Santilli -o viceversa-

En el oficialismo, todas las energías están puestas en consolidar la gestión, por un lado, y ampliar la base territorial de Garro, en el orden estrictamente electoral. Es un juego a dos bandas que por ahora rinde sus frutos y así lo entienden en los principales despachos del Palacio de calle 12.

Como dato destacado durante la semana, el jefe comunal volvió a mostrarse con el diputado Diego Santilli, que también necesita levantar el perfil para legitimar su rol de punta de lanza del proyecto presidencial del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.

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