El paso de las empresas de colectivos en el barrio del Cementerio preocupa a los frentistas que advierten que la situación no da para más y que el daño que sufren las calles repercuten en las viviendas cuando los pesados transportes impactan en el desmejorado camino.
Lo que hace años era el orgullo de la región con una decena de líneas de colectivos en un radio de diez cuadras que potenciaban el lugar dándole trabajo a vecinos, generaba un movimiento importante de trabajadores que invertían en comercios de la zona, desde la implementación del SUT se convirtió en galpones abandonados y las pocas empresas que funcionan generan malestar a los frentistas.
Se trata de los colectivos de la Empresa Unión Platense, conocida como 273, con sede en 134 y 77, cada vez que deben entrar o salir de la guardería de los móviles lo hacen por arterias que están en muy malas condiciones y que desde el Municipio vienen relegando su compostura.
Desde hace un tiempo a esta parte, calles como 134 bis de 76 a 78, hecha de hormigón se encuentra destrozada. Lo mismo ocurre en la intersección de 131 y 76, en la puerta de lo que fueran los galpones de la vieja Línea 508.
Los pisos están hundidos, las cuadras presentan profundos charcos que evitan que algún desprevenido que no conozca la zona se lleve puesto los pozos y, en muchas calles, los bloques de concreto asoman como iceberg.
No solamente la queja en Altos de San Lorenzo radica en calles por donde suelen transitar los colectivos, sino que también existen en el lugar infinidad de cuadras en muy mal estado. La localidad se caracterizó por muchos años por ser una de las que mostraba mayor urbanización en lo que a asfalto se refiere, pero con el paso del tiempo, la falta de mantenimiento la ubica en el tope de los reclamos.
