El intendente Julio Garro ordena el territorio pensando en 2023, barajando las dos hipótesis posibles, según se habilite o no una nueva reelección de los alcaldes que transitan actualmente su segundo mandato. Por eso mueve fichas internas para despejar cualquier obstáculo que se pueda presentar en el camino.
En el Concejo Deliberante por ejemplo, ubicó a Darío Ganduglia, que termina siendo protagonista a pesar de no haber encabezado la nómina de diputados, como pretendió al principio de la rosca legislativa de este año. La jugada representó un fuerte desaire para Javier Mor Roig, que renovó su banca con todas las expectativas de reemplazar a Ileana Cid al frente de cuerpo deliberativo, pero que deberá conformarse con un lugar secundario.
La presidenta saliente ocupará la Secretaría de Genero, un espacio que en su entorno califican como "menor" y que además viene siendo bastante bastardeado desde el ejecutivo local, por lo que se mantiene cierto malestar de parte de Cid hacia el jefe comunal.
El radicalismo se encuentra contenido y salvo por algunos chispazos que se vivieron durante la campaña para las PASO, no parece que hubiera voluntad de tomar distancia del PRO en la capital provincial y tanto el ahora concejal Diego Rovella, como el diputado Claudio Frangul, eligen la zona de confort de Juntos, antes de plegarse a la tensiones que vive su partido en otras jurisdicciones.
También en las Legislatura, Garro hizo lo suyo aunque no con tanta suerte como en el plano local, ya que ofreció a Juan Pablo Allan como prenda de unidad en el Senado para evitar la presidencia rotativa, pero no obtuvo eco del resto de las líneas internas del frente opositor.
Con Fabián Perechodnik las expectativas eran mucho menos pretensiosas, pero su sola presencia en la cámara marca a fuego la acumulación de poder del intendente platense, que empieza además a ser referente del armado del PRO por fuera de los límites de la ciudad capital.
El principal obstáculo para el salto a provincia no tiene que ver con su propia gestión, sino más bien con los objetivos de Horacio Rodríguez Larreta, que quiere allanar el terreno para Diego Santilli. Por eso multiplica esfuerzos, como llevar a Jorge Macri de Ministro de Gobierno y facilitarle las condiciones para una tercera reelección.
En las últimas horas se llegó a rumorear que Garro podría tener el mismo destino, pero finalmente se vencieron los plazos y ahora solo hay dos opciones. Mientras que hacia dentro de Juntos, la decisión que deberá tomar el intendente es si seguirá alineado con las “palomas” o si finalmente decidirá una parada arriesgada, pero con un pozo mayor y apostar a los “Halcones”.
Lo que empieza a quedar en claro es que con el capital acumulado, el jefe comunal platense puede tomar cualquier decisión sin afectar su destino inmediato, ya que sentó las bases para seguir comandando la ciudad aún si dejara el sillón de calle 12, una jugada que sin dudas aprendió de su primer padrino político, el actual ministro de Justicia, Julio Alak.
