Ganduglia viene de estar en el ojo de la tormenta cuando en la madrugada del primero de este año, estuvo involucrado en la causa que tiene con prisión preventiva a Juan Ignacio Buzali, el marido de la diputada provincial Carolina Píparo, detenido como acusado de intentar matar a dos motociclistas.

Del enroque salió eyectada la ex secretaria de Convivencia y Control Ciudadano, Virginia Pérez Cattáneo, vinculada al senador provincial, Juan Pablo Allan, y con un padrinazgo con Nelson Marino. Trascendió, que conociendo el paño el intendente Garro se adelantó y para suavizar las cosas le aseguró a la ex asesora de Oscar Negrelli un lugar en la lista de cara a las legislativas de este año. Tal es así, que Pérez Cattaneo organizó en un popular club de su localidad un plenario y convocó a los militantes de su espacio a trabajar para su candidatura.

El intendente, desde que retomó sus funciones estuvo abocado a recorrer fábricas, obras, e inaugurar jardines de infantes. En la mayoría de sus recorridas las hizo en compañía de Martiniano Ferrer Picado, secretario de Cultura y Educación de la Municipalidad de La Plata, y persona que maneja y conoce el destino del dinero girado por Provincia para el Fondo Educativo. En la mayoría de las obras de este tipo Ferrer tiene gran participación y no son pocos los que ven al “contador” como una proyección joven de Juntos por el Cambio.

Claro está que no fueron sencillas las recorridas de Garro por la ciudad porque tuvo dos fuertes marchas de los Comités populares que cortaron calles y delegaciones para reclamar operativos detectar, asistencia alimentaria y promoción de la vacunación. Sobre esto último comenzó a circular en redes sociales un flyer convocando a los vecinos a acercarse a los centros de salud.

El que salió del ostracismo fue el ex senador provincial y concejal platense, Javier Mor Roig, que participó de una jornada de vacunación en Villa Elvira y se mostró participando de un encuentro en Plaza Moreno reclamando por la vuelta a clases. No se sabe si será por la interna radical que se avecina en marzo o con apetencias legislativas.

Entramado confuso en el Frente de Todos

La presidenta del Consejo Nacional de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, tomó distancia de la política vernácula y se la pasa viajando de un lado a otro del país. La ausencia de la concejala bien podría ser debido a su ardua labor en el frente nacional o como parte de una estrategia política de cara a los armados que se avecinan. De todas formas, algunos de sus allegados opinan a viva voz que “con la militancia solamente no se come” y esperan verla más seguido.

En el mundo del Frente de Todos, cuando se habla de Victoria nace inmediatamente la asociación con Florencia Saintout. La diputada provincial aprovecha sus días para acercarse a cuánta posta de vacunación ha montado La Cámpora en la ciudad. A su lado, como perro lazarillo, camina el concejal Ariel Archanco, al que muchos ya lo ven como el próximo candidato a intendente.

A pesar que falta mucho tiempo para las elecciones, pandemia de por medio, ya son muchos los que hablan que Saintout será candidata a renovar su banca y que estará acompañada por el actual titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, José Ramón Arteaga, debido a las tertulias que tienen hace tiempo La Cámpora con un sector del Frente Renovador. Y habría que remarcar y tener en cuenta que es solamente eso, un sector del massismo.

El kirchnerismo sabe muy bien que la unión hace la fuerza y comenzó a mover fichas en esa puja del FR y mandó un alfil de peso para sondear la situación de ese espacio. En las últimas horas, se reunieron el armador nacional Alberto Fernández y uno de los popes del massismo, Raúl Pérez, y el titular del Ministerio de Justicia bonaerense, Julio Cesar Alak, para hablar de varios temas.

Pérez en la política platense es el padrino de Juan Tachu Malpeli, subsecretario de Proyectos Estratégicos y Desarrollo Tecnológico del Ministerio de Transporte y tiene en sus huestes a la concejala Virginia Rodriguez que debe renovar a fin de año.

Por su parte, el bruerismo no sabe qué hacer. Mantiene una sociedad en el PJ junto a la Cámpora, pero al mismo tiempo trata de inflar la figura de Guillermo Escudero. Los tiempos se le van achicando y deben evitar quedarse colgados de la palmera. Si bien Alak hace bien los deberes que de su sector le mandan a jugar, su espacio se mantiene estático, como gato gordo y viejo, mote totalmente aplicable para la mayoría de sus dirigentes.