Judiciales y Policiales
Aportó documentación

Estela de la Cuadra en el juicio por el robo de bebés

La militante platense aportó pidió que el cardenal Jorge Bergoglio dé precisiones sobre el destino de los niños y niñas apropiadas durante la dictadura.

En el juicio en el que se están conociendo los pormenores del plan sistemático de robo de niños y niñas durante la última dictadura (1976-1983), Estela de la Cuadra brindó detalles sobre la búsqueda de su sobrina Ana Libertad, arrebatada de los brazos de su madre Elena de la Cuadra mientras estuvo secuestrada en la Comisaría Quinta de La Plata.

La búsqueda de esta niña llevó a la familia de la Cuadra a tocar muchas puertas, “de Videla para abajo hubieron muchos con responsabilidades y para los costados también” resumió Estela, quien en un testimonio de más de dos horas, dio a conocer documentos que prueban el conocimiento que la cúpula de la Iglesia católica tenía sobre la apropiación de los hijos de las mujeres secuestradas en los centros clandestinos.

Entre las gestiones que hizo su familia, en búsqueda de sus hermanos Elena y Roberto José de la Cuadra y de la niña, Estela mencionó las entrevistas con el entonces sacerdote Jorge Bergoglio cuando éste era Provincial de la Compañía de Jesús de la Orden de los Jesuitas y pidió al Tribunal que lo cite a declarar.

Tras recordar que en la causa que lleva adelante el TOF 5 por los crímenes cometidos en la ESMA Bergoglio dijo que se enteró de la existencia de chicos desaparecidos hace más o menos diez años, la testigo señaló que “eso es absolutamente inmoral" y aportó abundante documentación respecto del derrotero que siguieron las Abuelas de Plaza de Mayo desde 1977, reclamando por la aparición de los nietos desaparecidos. Tanto los querellantes como la fiscalía se hicieron eco del pedido de Estela y solicitaron la presencia de Bergoglio, para responder a la pregunta que insistentemente formuló: “¿Qué pasó con Ana? ¿Qué pasó con todos los niños?”.

En el transcurso de la audiencia Estela de la Cuadra aportó varias cartas, solicitadas y presentaciones de las Abuelas en búsqueda de sus hijos y nietos. En abril de 1978, en una nota dirigida a Horacio Heredia, titular de la Corte a nivel nacional, las Abuelas se preguntaban: “Buscamos a nuestros nietos… ¿qué tenemos que hacer para que se nos escuche?”. La misiva no tuvo respuesta.

Además, hizo mención al actual juez del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires, Horacio Daniel Piombo, quien confirmó - a mediados de la década del ’80 - la irregular absolución del comerciante Omar Alonso, que el año pasado finalmente fue condenado a diez años de prisión por la apropiación de María Natalia Suárez Nelson.

También leyó la respuesta a una solicitud presentada a Roberto Viola quien les respondió que no podía recibirlas por falta de tiempo. Por otra parte, acompañó la lectura de una respuesta del prelado Francisco Primatesta de septiembre de 1979 en la que el sacerdote refiere comprender “que al dolor de la desaparición de un hijo se añade la de una criatura (…) bien quisiera poder ayudarla (…) pero Ud. conoce la limitación (…) tomamos con cordial preocupación su problema (…) y lo encomiendo sinceramente en la oración a Dios, nuestro señor”.

Estela de la Cuadra además aportó datos sobre el surgimiento de la lucha de Madres y Abuelas, ya que tanto su padre Roberto Luis de la Cuadra como su madre Alicia "Licha" Zubasnabar de la Cuadra, la primera presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, dejaron testimonio escrito de cada uno de los pasos que dieron en la búsqueda de sus hija Elena, de su nieta Ana, del compañero de Elena, Héctor Baratti, del esposo de Estela, Gustavo Fraire y de su otro hijo, Roberto José de la Cuadra, obrero de YPF también secuestrado y desaparecido. En su testimonio, refiriéndose a Abuelas y Madres, dejó en claro que ella relativiza “eso de que eran mujeres que salían de lavar los platos, ellas salían de un pueblo muy politizado, sabían de qué estaban hablando”.

Estela hoy continúa la búsqueda de su sobrina nacida en cautiverio. “En estos momento no sé, no sé dónde está Ana” pero “ahora en el Banco Nacional de Datos Genéticos está el ADN de Héctor, el papá de Ana, para ayudarla”. El cuerpo de Héctor Baratti fue reconocido a fines de 2009, fue una de las víctimas arrojadas al mar desde aviones en los operativos que se conocieron como “los vuelos de la muerte”.

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