La semana que se termina mostró la fortaleza del oficialismo en la ciudad de La Plata, que tiene más que ver con la incapacidad de la oposición de articular la unidad, que con méritos del intendente Julio Garro, que volvió a repetir su raid por medios de alcance nacional en un claro intento de posicionarse por fuera de la capital provincial.

Mientras tanto las dos figuras del Frente de Todos, la diputada Florencia Saintout y la concejala Victoria Tolosa Paz, empiezan a mostrarse cada vez más activas y si bien parece que el jefe comunal va a apostar nuevamente a que la contrincante sea la ex decana de periodismo, parece que este año la decisión va a ser dividida del lado del kirchnerismo.

En ese sentido comenzaron a notarse algunos distanciamientos de sectores históricamente aliados a Saintout, como el segmento de La Cámpora que comanda Martín Alanis, una figura de poco peso territorial a nivel local, pero con llegada directa a Máximo Kirchner, que no estaría conforme con los rendimientos de la actual diputada como para volver a bendecirla en el futuro.

El “plan B” de la legisladora es ir en silencio como segunda en la lista de diputados provinciales para renovar su banca, aunque en las últimas horas se abrió la posibilidad de que, también de manera silenciosa, termine ocupando uno de los lugares no demasiado protagónicos en la nómina para el Congreso Nacional. En cualquier caso, sería un duro golpe para las aspiraciones de volver a ser candidata a intendenta.

Tolosa Paz volvió a mostrarse en los barrios de la ciudad, repartiendo cuanto tuviera al alcance de la mano, no importa si era arroz partido, más cercano a la comida de los perros que a la dieta de las personas; o si lo que había para llevar eran guardapolvos, justo cuando las clases presenciales están suspendidas. Lo importante es marcar presencia en el territorio y demostrar hacia arriba que no se trata solo “de una cara bonita”, sino que cuenta con apoyo real.

Pero además la reactivación de esta ya histórica pelea entre rubias, tiene en vilo al resto de los dirigentes del Frente de Todos, porque desde nación no llega ninguna orden directa sobre cómo deberían alinearse, por lo que nadie se anima a dar un paso por temor a que sea en falso.

Por eso se puede ver a cada concejal y concejala de la oposición local, mas enfrascado en sus cuestiones personales y proyecto políticos propios que en articular una estrategia para fortalecer al Frente de Todos y tratar de hacer un buen papel en las legislativas de este año, y además ya nadie niega que no hay ni articulación ni reuniones, por lo que Ana Castagneto, Facundo Albini y Guillermo “Nano” Cara, solo por nombrar a algunos, actúan como si integrarán un “monobloque” en el Concejo Deliberante.

Este verdadero caos opositor permite a Garro mirar desde afuera y surfear cómodamente la ola de Covid-19 a pesar del aumento descontrolado de casos en la ciudad y del brutal incumplimiento de las restricciones. Como analizamos en alguna columna anterior, la estrategia de gestión de la pandemia es el “siga, siga” y al menos por el momento parece estar dando resultados.

Está claro que los sectores del comercio, los clubes, salones de fiesta y profesionales liberales, a más de un año del inicio de la pandemia identifican al peronismo y en este caso particular a Axel Kicillof como responsables de los cierres que los perjudicaron económicamente, por lo que al menos en la previa, se muestra mucho más cercanos al oficialismo, lo que podría ratificar el rumbo de la ciudad en las elecciones de este año.