El garrismo despide el 2022 con presupuesto adentro y una "tregua" a medias con la UCR
Fue una semana productiva para el intendente Julio Garro: el pasado martes logró aprobar en el recinto el presupuesto 2023 –correspondiente a su último año de su segundo mandato- con los votos propios y sin tener que acudir al peronismo.
Como viene informando NOVA en este espacio y en sus crónicas semanales, Juntos por el Cambio (JxC) tuvo que reordenar su rompecabezas político en las últimas semanas, después del desplante que el radicalismo le hizo al alcalde local al dejarlo sin quórum en una de las sesiones ordinarias previas al tratamiento de la pauta de gastos e ingresos para el año próximo.
En el Palacio Municipal un dirigente que reporta directamente al intendente resumió la aprobación del presupuesto: “Por suerte la pasamos sin transpirar”. Hacía referencia, claro está, a la sesión propiamente dicha, en la que el cuerpo deliberativo le dio el “ok” al proyecto que contempla 54 mil millones de pesos.
Porque la previa fue para alquilar balcones. Garro selló una especie de tregua con los radicales, que tienen tres bancas: la del titular del bloque, Diego Rovella, la de Verónica Rivas y la de Manuela Forneris. Los tres faltaron a la sesión de la discordia, supuestamente “disconformes” por la política de “intromisión” del intendente del PRO en la interna que el domingo anterior había dejado al funcionario municipal Pablo Nicoletti como nuevo presidente del partido.
Según se rumoreó, el faltazo se habría dado “para levantarnos el precio”: una especie de marcado de cancha para empezar a allanar el camino rumbo a la definición, el año próximo, de las listas y los candidatos, donde la tregua pasajera de Garro con los “boinas blancas” se terminará por las ambiciones de los socios de la coalición a la hora de buscar lugares expectantes en las listas para el Concejo –renueva 12 escaños- y la cámara de Senadores –la Octava renueva sus tres cupos-.
Aunque todo está “verde”, en el comando radical dan por descontado de que irán con un precandidato a intendente propio a las primarias, un gesto espejo de lo que podría ocurrir en Nación, donde la UCR está dividida entre los que consensúan con el ala dura del PRO y los que marcaron un camino aparte, como el sello Evolución, que comanda el legislador Martín Lousteau.
El peronismo que no está sólo y espera
En la otra vereda de la grieta política platense, el Frente de Todos también termina el año con un balance positivo. A vistas de los cristinistas puros, haberle torcido el brazo a Garro modificando varios ítems del presupuesto a cambio de haberle dado quórum, “fue una mojada de oreja”.
El espacio, que en el Concejo tiene un bloque de 10 ediles presidido por Yanina Lamberti, también tiene que balancear sus problemas internos y buscar acomodar sus facciones internas: el cristinismo encarnado en La Cámpora impondrá los primeros puestos de los aspirantes al Concejo, el peronismo “tradicional” –encarnado en el bruerismo y el pejotismo y el alakismo- intentará hacer lo propio y el massismo, como se explicó en esta columna, aumenta su capacidad legislativa de la mano del ascenso en la escala de poder nacional que logró el ministro de Economía Sergio Massa.