Política
Entrevista con el histórico dirigente peronista

Alberto Delgado: "No estoy de acuerdo con la actual administración del PJ en La Plata"

El ex diputado provincial, que trabajará para una candidatura de Sergio Berni, cuestionó al bruerismo y llamó a la unificación del justicialismo de cara al 2021 (Fotos: NOVA)
El ex diputado provincial, que trabajará para la candidatura de Sergio Berni, cuestionó al bruerismo y llamó a la unificación del justicialismo de cara al 2021. (Fotos: NOVA)
El ex diputado provincial, que trabajará para la candidatura de Sergio Berni, cuestionó al bruerismo y llamó a la unificación del justicialismo de cara al 2021. (Fotos: NOVA)
El ex diputado provincial, que trabajará para la candidatura de Sergio Berni, cuestionó al bruerismo y llamó a la unificación del justicialismo de cara al 2021. (Fotos: NOVA)

En el marco de la ronda de “diálogos políticos” con referentes de la Octava Sección electoral –La Plata-, el histórico dirigente del justicialismo platense, Alberto Delgado (68 años), oficializó su retorno al ruedo para trabajar en el armado político del ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, a quien definió como “un dirigente serio y muy capaz”.

El ex director de Desarrollo Social municipal en tiempos de Julio Alak –intendente entre 1991 y 2007- y dos veces diputado provincial, también trazó un panorama sobre la situación de los jubilados, los horizontes políticos del peronismo y la realidad del justicialismo platense, en tono crítico hacia la conducción del PJ institucional, en manos del bruerismo.

-Estamos terminando un año muy particular por la pandemia, pero el que viene hay elecciones legislativas, ¿cuál es su presente político y cuáles son los planes para el 2021?

-Efectivamente, este sería el año del precalentamiento y el que viene es cuando se juega el partido. Con todo lo que pasó, va a ser difícil, porque se generó una incertidumbre a todo nivel: en lo económico, en lo social y en lo político. Yo, acá en La Plata pensaba tener un año tranquilo, acompañando de lejos la situación, pero me han invitado a participar del sector de Sergio Berni y a pesar de mis 68 años, nadie se jubila. Todos pensamos en aportar algo. A mi edad no tengo ninguna ambición personal, pero sí ganas de acompañar.

El de Berni me parece un buen proyecto; me parece un tipo serio y muy capaz. Su perfil me fue entusiasmando y un grupo de amigos de la Provincia cercano a él me habló y voy a dar un paso más dinámico de acompañamiento. Yo lo primero que le dije es “voy a caminar, no corro”; a mi edad no estoy en condiciones, pero puedo hacer un aporte de conocimiento y de mucha experiencia por mi carrera, siempre dentro del tipo de peronismo que yo defiendo…

-Es pertinente la puesta en escena del término “peronismo”, porque hoy el Frente de Todos está compuesto por tres patas principales, que incluyen al kirchnerismo duro, al albertismo y al massismo. ¿Cómo ve la identidad política de Berni en este tablero?

-El peronismo es un movimiento con distintas vertientes, y con una que es la que conduce. Perón tenía la derecha, la izquierda, el centro y conducía él. El peronismo es el movimiento y el partido es el instrumento político para llegar al poder. Tenemos que tratar de que el que conduzca tenga la capacidad de sintetizar a todos los grupos. No es fácil: pero me anima este desafío de acompañar a Berni porque le ha abierto las puertas a todos. No hay que sectarizar la cosa y decir “Bueno, los viejos, chau…”. Los viejos votan, y somos un montón de gente de 55 años para arriba. A mí, y a otros peronistas, este grupo, nos contiene.

-En una emisión televisiva reciente, Berni dijo que representa una opción de derecha. ¿Se siente reflejado en esa frase? Porque hubo sorpresa en algunos sectores por esas declaraciones…

-Yo, a mi edad, ya no tengo claro qué es la izquierda, el centro y la derecha. Si comenzamos a analizar… Mi nacimiento político fue el PI (NdR: Partido Intransigente, donde comenzó a militar en la localidad de Pehuajó, su tierra natal); yo puedo decir, que vengo del sector más progresista, más nacionalista, más de izquierda… A mí me identifica la capacidad de Berni. No sé qué es de derecha y qué es de izquierda. Defender a los más humildes y generar un equilibrio dentro de la sociedad, es lo importante. Por ahí dicen que Berni es de derecha porque quiere orden.

Yo también quiero orden; no quiero que esto sea un “viva la pepa” y que cada cual haga lo que quiera. Yo quiero un país mejor. Al peronismo de Perón le decían que era “facho”, pero desarrolló la industria, le dio trabajo a la gente. Yo defiendo ese desarrollo de la sociedad. Creo en el progreso social: mi papá era analfabeto y yo soy abogado. Ese mejoramiento de la sociedad no es de derecha: de derecha sería Macri. Y está bien, cada cual representa a un sector.

-Igualmente no todas las derechas ni las izquierdas son lo mismo…

-Sí, pero es, en tal caso, un debate para el café… Yo digo: la masturbación ideológica era para cuando éramos chicos. Ahora que somos grandes, tenemos que manejarnos de otra manera. Volviendo al tema, no sé si es derecha o izquierda. A mí me gusta el perfil de Berni y los candidatos que puede haber en ese espacio. No critíco la interna peronista, porque los trapos se lavan adentro.

-¿Cómo ve hoy la situación de los jubilados en Argentina, teniendo en cuenta su trayectoria en el peronismo platense, sobre todo en el alakismo, cuando trabajó mucho por esa franja etaria?

-La veo difícil. Yo tengo la suerte de poder hacerlo, pero gasto 7 mil pesos por mes en remedios, con IOMA. El que gana 18 mil, puede comprar los remedios nomás… La situación es compleja. ¿Cómo vive un jubilado con la mínima? Es difícil la situación. Un jubilado laburó toda la vida. No podemos tener gente tirada en la calle que se muere por enfermedades. Porque acá todos critican al estado por darle beneficios a los más desamparados, pero cuando a las empresas les daban un subsidio, los empresarios no ponían de la de ellos para ampliar beneficios para el trabajador.

La política platense bajo la lupa

-¿Cómo analiza el peronismo actual en la ciudad, considerando que el espacio viene de una interna en el 2019 donde se pudo ganar la intendencia y después la ganó Julio Garro?

-En el caso de la elección de la PASO, yo no creo que Garro haya dado vuelta el resultado. El error fue nuestro. No podés ser tan soberbio o sectario de traicionar a sectores del peronismo. Si de cinco listas, ganaste con una, tenés cuatro en contra…

-Esa soberbia a la que hace referencia ¿se la atribuye a La Cámpora? ¿O es otra la lectura?

-No… digo La Cámpora por describir el caso. Yo conozco mucho a Florencia Saintout, que es buena compañera; y a su pareja –en alusión a Leandro “Chaucha” Quiroga-, porque trabajó conmigo mucho tiempo, en un emprendimiento privado. Yo conozco a muchos, como Ariel Archanco –concejal mandato vigente-. Creo que les faltó un poquito de territorialidad y menos facultad. La transformación del peronismo es desde el Estado. Entonces: vengan todos. Y si el objetivo es excluir, vos perdés. Desde la ideología sola, no se transforma nada. Yo creo que en después de las PASO hubo falta de contención y de convocatoria amplia a los demás sectores. Cuando yo participé del proceso de Alak, el conducía y convocaba en un equilibrio justo. No nos creamos que con la legalidad es suficiente para ganar. Hay que estar legitimado. No es sólo quién tiene la lapicera…

-Esta dispersión sólo favorece al intendente Garro en términos electorales…

El peronismo tiene que tener la grandeza de juntar a todos los sectores, para pelear por el gobierno municipal; se ser inteligente. No se ha hecho gala de la honestidad en la oposición local. Hay que tener en cuenta, que el “despechado”, el que se queda afuera, después se va a trabajar a otro espacio y trabaja el doble, si es necesario, empieza como fiscal. Vos analizá: Alak fue intendente 16 años y Pablo Bruera, 8. Tenés 24 años de gobierno continuo del justicialismo. Es decir: se puede ganar. Pero no hay que caer en la soberbia.

-Hace más de dos años que la sede histórica del PJ, en calle 54, está casi desmantelada, con problemas edilicios, deudas impositivas, un comedor comunitario cerrado ¿Está de acuerdo con que Luis Lugones siga siendo el titular del partido?

-(Piensa) Mirá, si vos estás como referente de algo y no lo hacés bien, lo más lógico es que no estés. Hay un poco de egoísmo con el tema del partido. Yo he hecho un aporte para arreglar la puerta del partido, que ha sufrido vandalismo y es simbólica. Ocurre también que seguimos viviendo de la herencia de Perón y Evita. Hay que hacer un aporte. Hay compañeros que los escucho criticar y se han beneficiado con cargos. Bueno, a veces hay que poner la mano en el bolsillo y decir “pongamos dos mil pesos cada uno por mes, y con cien compañeros recuperamos el partido”.

Porque la democracia se sostiene con el partido. No estoy de acuerdo con cómo está esta administración. Entrás al edificio y no funcionan los baños…, no podés usar el ascensor. Está abandonado y no tiene que estar así, pero el año que viene hay elecciones. Cuando yo, viniendo del interior, era vocal del PJ de La Plata, significaba un orgullo, un sentido de pertenencia. Y tenemos que volver a eso.

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