Panorama Político Platense
El escenario político

Alak entre la espada y la pared: Kicillof le condiciona la gestión y la "Orga" va por la sucesión

El CD platense con bloques de todos los colores. UxP, LLA, el PRO y los radicales. Marcelo Galland, presidente del cuerpo deliberativo. (Dibujo: NOVA)

Desde que ganó la intendencia por escaso margen y votos prestados por los precandidatos de UxP que fueron a las PASO, el intendente Julio Alak juega a dos puntas entre el kicillofismo y el camporismo duro. Es un equilibrista del poder. Pero son otros tiempos.

El gobernador bonaerense Axel Kicillof lo ungió como armador del hormiguero pateado del panperonismo de La Plata en pleno auge del ex alcalde del PRO Julio Garro, a quien el ex ministro de Justicia le arrebató el Palacio Municipal por menos de 1500 votos en una elección que terminó de definirse en la Justicia electoral.

Ya alejado de la Cámpora que reporta a Máximo Kirchner pero con línea directa con CFK, Kicillof se deshizo del lomense Martín Insaurralde (aliado de Máximo), una novela que ya es parte del diario del viernes. Antes se había cortado solo Andrés “el Cuervo” Larroque, titular de la cartera social de la Provincia.

Ese escenario se trasladó a la capital provincial, donde Alak está entre la espada y la pared sometido a presiones de ambos bandos.

Pudo colar en el Gabinete a soldados propios de la vieja guardia como Jorge Lescano, asesor legal y cuestionado junto a Federico Musciatti por “desatender” a la militancia y a Carlos Bonicatto (“el intendente que no fue”), un histórico de la “mesa chica” al mando de la jefatura de Gabinete. Además de cuadros de otras generaciones como Norberto “Chucho” Gómez, secretario general, ex edil y funcionario de la ANSES regional.

Pero Kicillof le condicionó el organigrama de gobierno y “la Orga” también hizo lo suyo.

El rompecabezas del Concejo

En la línea sucesoria directa del “Turco” está un camporista puro: Pablo Elías, quien encabezó la lista de ediles de UxP y es jefe del bloque de 10 bancas del CD que preside Marcelo Galland, referente del club Univesitario. En el deliberante conviven “peronistas” de todos los pelajes. Elías responde al “Monje Negro” Martín Alaniz. Ex edil, mano derecha y amigo santacruceño del hijo de Néstor Kirchner y la ex presidenta Cristina Fernández.

Uno de los rumores de radiopasillo da cuenta de que el camporismo de paladar negro presiona para que Elías se quede con la comuna ante un eventual “salto” de Alak a otra esfera del Estado.

“Una especie de retiro decoroso después de volver al poder de calle 12”, donde el oriundo de Benito Juárez reinó entre 1991 y 2007, cuando lo eyectó su ex aliado Pablo Bruera (apellido vetado tras la trágica inundación del 2013).

Bruera tuvo que delegar su representación política en Guillermo Escudero, uno de los cuatro dirigentes que fueron a las primarias y terminó premiado con la secretaría de Ambiente. El bruerismo hizo pie dentro del alakismo. Paradojas del destino.

Sería, en ese hipotético escenario, una oportunidad para que la Cámpora siente a un soldado propio en el despacho con vista privilegiada de la Catedral. La dirigente afín al camporismo que más compitió por ese sillón fue la senadora bonaerense Florencia Saintout, ex decana de la facultad de Periodismo de la UNLP.

“La gestión no arranca”, se oye a menudo en el microclima político de la 8va Sección. Baches, falta de luminarias, descontrol vehicular y fallas en la recolección de residuos (pingüe negocio de ESUR, a cargo de ese “servicio” desde el siglo pasado a través de dudosas licitaciones), son algunas de las críticas que se oyen.

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