A esta región tan particular que concentra a la mayor densidad de ocupación, habitantes y peso económico del país se la conoce también como Conurbano y para los técnicos, aunque difundido popularmente a partir de la pandemia Covid-19, como AMBA (Área Metropolitana Buenos Aires).

Ésta gran mancha urbana puede observarse claramente por las imágenes satelitales.

Pueden observarse dos manchas urbanas: la del Gran Buenos Aires y, más pequeña, a la derecha, la del Gran La Plata, separadas por un importante espacio verde, (el Parque de los Derechos de la Ancianidad –denominado por uso: “Parque Pereyra”)

Lo más impactante es una foto satelital nocturna. Pueden verse las grandes manchas iluminadas separadas por oscuridad absoluta.

Ahora bien, hagamos un poco de historia:

-Hasta el 25 de mayo de 1992, La Plata era el polo de conurbación del Gran La Plata, junto a Berisso y Ensenada, distritos que pertenecían al Partido de La Plata pero que fueron escindidos del mismo por motivos políticos durante un gobierno inconstitucional.

-El 26 de mayo de ese año el entonces gobernador, Eduardo Duhalde crea por ley el denominado “Fondo del Conurbano” incluyendo al mismo un puñado de partidos, entre ellos La Plata.

-Ese ingreso extra de fondos frescos permitió la generación de importantes obras de infraestructura en la ciudad permitiendo transformar al primer período de gestión del por entonces intendente en el que mayor cantidad de obras realizará en la ciudad desde el retorno de la democracia.

-Pero, lamentablemente, el monto recibido por el Fondo del Conurbano era una suma fija, en ese momento atada al dólar por el tipo de cambio 1 a 1 mientras duró la convertibilidad y la disminución del mismo en términos reales por causa de la inflación y el posterior desacople del peso al dólar, fue reflejándose en la baja de la cantidad de obras ejecutadas hasta casi hacerse imperceptible.

Por lo anteriormente visto, el ingreso de La Plata al AMBA, por medio de una ley provincial es puramente económico y no basado en un pormenorizado análisis que contemple todas las variables.

La ciudad de La Plata es la capital de la principal Provincia, tanto en términos económicos como en cantidad de habitantes. Ésta importante situación no se ve reflejada en la realidad cotidiana de sus habitantes, ni en su infraestructura, ni en su situación patrimonial.

Es una capital depreciada en una Provincia que no la considera en su justa dimensión; llegado a este punto, sería una buena pregunta para quienes gobernaron la Provincia de Buenos Aires en los últimos lustros si se sienten orgullosos de la ciudad de asiento de los organismos públicos, la respuesta es simple: alguno/a ni siquiera atendía en su Despacho (aunque estuviera obligado/a por la Constitución).

La degradación del rol de Capitalidad, identidad propia y diferenciación espacial del Conurbano ha sido tal que los Gobiernos Nacional y Provincial nos incluyen en el A.M.B.A. dentro de los formularios referentes a la pandemia Covid-19.

La situación única del Gran La Plata respecto a que sus accesos son fácilmente controlables (habida cuenta su escasa cantidad), contrariamente a lo que ocurre en el Conurbano, donde no se distinguen los límites entre distritos, nos ubica en una situación inmejorable para poder reorganizarnos y progresar a partir del conocimiento de nuestras fortalezas.

Accesos a La Plata

• La Plata es Capital Cultural, difícilmente equiparada en relación oferta cultural/cantidad de habitantes.
• La Plata es Capital Verde, la forestación y espacios verdes por habitante son sumamente importantes como para soslayarlos.
• La Plata es Capital Frutihortícola, debido al cinturón verde que nos rodea y hace de fuelle para que no seamos parte del Conurbano.
• La Plata es Capital del Conocimiento dada la cantidad de centros de investigación que tienen sede en nuestra ciudad.
• La Plata es Capital Universitaria, sede física de dos importantes Universidades y una tercera a escaso 200 metros de su casco urbano.
• La Plata es referencia mundial tanto por su particular trazado, como por sus imponentes edificios públicos y algunos privados de reconocida calidad arquitectónica.

Todo lo anterior queda desdibujado ante la constante inacción por parte de aquellos gobernantes municipales de turno que no han tenido el valor o el deseo para defender el interés y la importancia de nuestra ciudad y, de aquellos representantes de todas las fuerzas políticas en el Concejo Deliberante platense que no han logrado anteponer los intereses generales a los sectoriales, uniéndose para lograr una agenda común de defensa de la identidad platense.

Debemos recuperar el rol de Capitalidad, repensar nuestra relación con el Estado Provincial, Nacional, Universidades, Empresas y actores del desarrollo local para que entre todos y, teniendo fundamentalmente en cuenta al pueblo platense en su totalidad, podamos volver a poner a La Plata en el sitial destacado del cual nunca debería haber salido.

Sólo dejando de lado intereses personales o sectoriales podemos lograrlo, caso contrario, deberemos acostumbrarnos a que algún funcionario o cualquier desprevenido que desconozca nuestra realidad nos siga considerando Conurbano o, tal vez A.M.B.A, muy a nuestro pesar.