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Diagonal 77 y 48

Un ingeniero civil advierte sobre las graves fallas edilicias detrás del incendio y derrumbe que conmocionó al país

El incendio, que se desató el jueves por la tarde, afectó un depósito de motos, cuatriciclos y bicicletas eléctricas. (Foto: NOVA)

El incendio y posterior derrumbe del depósito ubicado en la intersección de diagonal 77 y 48 dejó en evidencia problemas estructurales graves que, según expertos, podrían haberse evitado. El caso volvió a poner en agenda la falta de controles en materia de seguridad edilicia.

El ingeniero civil Jorge Mario Bertolino, especialista en patología estructural, fue contundente al analizar la situación. Señaló que los daños registrados son un reflejo directo de las deficiencias en las inspecciones y en el mantenimiento de los edificios industriales.

“Este tipo de siniestros no son accidentes fortuitos. Son el resultado de la desidia y la falta de planificación”, sostuvo.

El incendio seguido de derrumbe que arrasó un depósito repleto de electrodomésticos en la esquina de diagonal 77 y calle 48, en pleno centro de La Plata, despertó alarma entre los vecinos por el riesgo que podría implicar para las construcciones aledañas. Aunque el siniestro ya fue controlado, las consecuencias sobre la estructura de los edificios vecinos aún son motivo de análisis.

En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, el ingeniero civil Jorge Mario Bertolino explicó que todavía es pronto para tener certezas sobre la situación estructural del inmueble contiguo al depósito destruido. “Habrá que esperar el resultado de la pericia para determinar si ese edificio puede demolerse o no”, advirtió.

Según el especialista, uno de los factores clave será conocer la temperatura que alcanzaron las llamas, especialmente en las paredes que separan ambas edificaciones. “Es fundamental saber cuál fue el punto más caliente del incendio, sobre todo en la medianera que está pegada al depósito siniestrado”, detalló.

A pesar de la gravedad del hecho, Bertolino remarcó que la ubicación en esquina del depósito siniestrado pudo haber sido un factor que ayudó a limitar los daños hacia los edificios vecinos. “Casi toda la estructura estaba sobre la línea municipal, lo que implica poco contacto con las medianeras. Además, las fundaciones del edificio lindero están más abajo, así que el derrumbe no lo afectó. Lo que sí pudo haberlo dañado fue el calor extremo generado por el fuego”, aclaró.

El ingeniero consideró que, en principio, no debería haber daños estructurales de gravedad en el inmueble contiguo, aunque insistió en que hay que esperar los estudios oficiales. “Creo que no va a haber problemas, pero por ahora todo es en potencial. Hay que tener cautela”, subrayó.

Respecto a la magnitud del incendio, explicó que la carga térmica del depósito complicó el trabajo de los bomberos. “Tardaron varias horas en controlarlo. Por lo que estuve investigando, demoraron entre cinco y ocho horas en apagar el fuego”, comentó.

Sobre la propagación de las llamas, indicó que se dieron todas las condiciones necesarias para un incendio de gran magnitud. “Se generó lo que se llama el triángulo de fuego: fuente de calor, combustible y oxígeno. En este caso había mucho material combustible, los electrodomésticos tienen plásticos y otros elementos inflamables, y el lugar estaba bien oxigenado. Eso produjo una reacción en cadena”, explicó.

Por último, Bertolino señaló que todavía no se puede determinar cómo se originó el fuego y que eso quedará en manos de los peritos oficiales. “Puede haber sido un derrame de combustible, un cortocircuito o una fuga de gas de alguno de los vehículos que estaban dentro del depósito. Todo eso lo tiene que definir la pericia”, indicó.

Sobre una posible demolición del edificio afectado, destacó que, al tener un desarrollo importante sobre la línea municipal, el procedimiento podría ser más sencillo. “Habrá que estudiar muy bien los pasos a seguir para proceder de manera segura”, concluyó.

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