VIDEO | Clínica Los Tilos bajo la lupa: ex trabajadoras revelan un entramado de abandono y encubrimiento










Tres ex empleadas de la Clínica Los Tilos de 41 y 2 en el barrio de la Estación de Trenes realizaron varias denuncias en diferentes organismos civiles y judiciales en contra de los propietarios del lugar alegando malos tratos hacía el personal y los pacientes, falta de insumos, y varias irregularidades.
Alegan que la vinculación de uno de sus propietarios con el poder hace que el lugar esté advertido cada vez que son inspeccionados. Dijeron que presentaron recursos en una Unidad Fiscal platense, el Ministerio de Trabajo y en el PAMI.
Hasta el momento, son tres las denunciantes que aportaron sus experiencias, relatos, pruebas y demás presentaciones que dicen haberlas formulado en diferentes organismos que tienen relación con la Clínica Los Tilos de 2 y 41.
En relación, se trata de María Carré ex empleada de administración del turno noche; Susana Báez y Sabrina Rac, ambas enfermeras profesionales.
Las denunciantes alegaron faltantes de medicamentos, maltratos a los pacientes, falta de limpieza, problemas con la dotación de comidas, ausencia de personal especializado y registrado, adulteración de documentos públicos, entre otras cuestiones.
En la denuncia presentada en PAMI, que este medio tuvo acceso, encabeza firmada por Susana Báez, expuso que en el Sanatorio Médico Los Tilos, en el tiempo que trabajó allí, fue testigo de la “falta de medicación, oxígeno y que por ello los beneficiarios internados mueren”.
En sus dichos, avalados por sus compañeras en sede judicial, la mujer expuso en ese momento que “se siguen aceptando internaciones a pesar de no tener oxígeno y que los dejan en el piso cuando no tienen lugar en terapia” y sostuvo que “no tiene antibióticos y le pasan un suerito diciéndoles que es el remido que les hace falta”.
La enfermera, además, mostró ante las autoridades del PAMI que en el sanatorio son infinitas las denuncias de familiares hacia el personal, son apuntados en el libro de quejas, aunque esto “queda en la nada”. En la misiva firmada el 4 de julio de este año, apuntó que “los abuelos se están muriendo de hambre porque les dan dos galletitas solamente”.
En su alegato, Báez afirmó haber sido testigo de ver a una persona (la nombra en la denuncia) que había sido invadida y atacada por hormigas coloradas y que esta mujer también fue víctima de maltrato.
En ese sentido, afirmó tener registro fílmico de las situaciones protagonizadas por otras enfermeras que obraron con malos modos con adultos mayores que transitaban por penosas situaciones de salud. “Aun cuando le mostraba los videos a la dueña de la clínica, no sucedía nada” argumentó.
La mujer dijo que el servicio de atención es vulnerable debido a que “hay una enfermera cada tres pisos” y acotó que “las cirugías que hacen por fracturas de cadera en general se infectan por falta de desinfección del quirófano ya que no cuentan con productos esenciales que se necesitan para limpiarlo, lo que genera complicaciones e incluso la muerte de los pacientes”.
En su relato, una de las denunciantes apeló sobre el caso de un paciente que estuvo un mes internado porque desde la clínica no tenían especialista que trate su patología. “Había ingresado con un pie diabético con complicaciones en su dedo, ante la demora terminaron cortando el pie entero”.
Tanto Báez, como sus compañeras María Carre y Sabrina Rac, sostuvieron ante la Justicia estos dichos y agregaron, además de varias pruebas con material fílmico y fotos, sobre casos que han ocurrido en la Clínica de la zona de la Terminal de Micros platense.
Apelaron, además, que el personal a cargo de cuidar la salud de los pacientes lo hace con “escasos barbijos y guantes”, salvo que se los lleven desde de la casa, y resaltaron que hubo casos de escabiosis que contagiaron a residentes como al personal por falta de insumos.
En el escrito, la mujer mencionó la excases de pañales para los abuelos y generó una denuncia sobre todo tipo de deshechos que deben tener sus cuidados, como los patológicos que “los desechaban en la vereda en una bolsa negra común”.
Las denunciantes dejaron en claro que familiares y allegados a los abuelos que allí han recibo maltratos, destrato y una incorrecta atención, han formulado denuncias, aunque suelen no ser escuchadas o habría algún tipo de aviso para evitar ser encontrados en infracción y esto sería a partir de la vinculación de uno de los dueños con la conducción de una importante federación que nuclea cerca de 300 clínicas en la provincia de Buenos Aires.
“No se sabe cómo hacen, pero siempre se enteran antes de que vaya a hacerle una auditoria de PAMI y maquillan la clínica, consiguen oxígeno y ponen tres enfermeras por piso” advirtieron.
Aclaró María Carré, una de las denunciantes, que existe personal valeroso en la Clínica y abocado, como otros que deberían acreditar sus títulos, ya sea personal de enfermería y dejó trascender que también habrían existido casos de médicos sin título trabajando en el lugar y que estos dichos constan en la denuncia judicial.
“Es triste y muy doloroso, la mayoría nos fuimos de ahí para no ser cómplices de todo lo que se ve ahí adentro. Solo quieren facturar, no les importa en lo más absoluto los abuelos, tanta impunidad, mil pruebas llevé a PAMI y no te dan bola” mostró.
Por último, entre tantas denuncias en contra de los dueños de la clínica, las trabajadoras también dijeron haberse acercado al Ministerio de Trabajo debido a que “los empleados no cobramos hace meses, solamente nos dan para la SUBE, no tenemos ART, ni siquiera obra social”.