VIDEO | Aberrante: cayó una mujer por forzar a su hija adolescente a ejercer la prostitución en la zona roja



Una joven, una adolescente y dos nenas de un año fueron rescatadas en las últimas horas en Berisso y una mujer fue detenida acusada de regentear a menores para la explotación sexual en la zona roja de La Plata, informaron fuentes policiales y judiciales.
“Hay chicas de 15 o 16 años, en 1 y 67, que se ofrecen como prostitutas, cree ver a un masculino del lado de enfrente, cree que están siendo coaccionadas”, esa fue la denuncia radicada el 4 de octubre del año pasado por parte de un anónimo al servicio de emergencias 911.
Desde entonces la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado y la Dirección de Investigaciones de Trata de Personas y Operaciones Complejas y la UFI 8 del fiscal Martín Almirón iniciaron una pesquisa que incluyó vigilancias encubiertas.
En la investigación se pudo comprobar que una mujer forzaba a su propia hija a ejercer la prostitución en la zona roja.
Un vocero policial indicó que la mujer llevaba en autos de alquiler desde Berisso a la hija y una joven de 18 años hasta la esquina de 1 y 67 de La Plata y la obligaba a ejercer la prostitución entre cuatro y cinco horas, de noche.
Con el aval del Juzgado de Garantías 5 de La Plata, se efectuó en las últimas horas un allanamiento en Berisso y en el domicilio se detuvo a una mujer y fueron rescatadas una joven de 18 años, una adolescente de 16 (hija de la aprehendida) y dos nenas de un año.
En el procedimiento se le dio intervención a la Dirección de Niñez de Berisso para que brinde resguardo a las personas rescatadas.
Una fuente con acceso a la causa indicó que la maniobra delictiva consistía en el traslado en horarios nocturnos de la menor de 16 años por parte de su madre, a bordo de diversos vehículos de alquiler hasta la intersección de calle 1 y 67 de La Plata, donde permanecían habitualmente entre 4 y 5 horas, forzando a la adolescente a ejercer la prostitución.
Se realizaron además seguimientos de los vehículos de alquiler que luego regresaban a la menor y su progenitora, logrando de esta manera individualizar el domicilio que habitan víctima y victimaria.