Hace año y medio, en diciembre de 2023, Micaela y su entonces pareja decidieron comenzar un nuevo camino en el mundo de las ventas. Con un local pequeño en su propia casa, comenzó a ofrecer huevos frescos a la comunidad.

Pero lo que parecía ser solo un pequeño emprendimiento comenzó a cobrar fuerza con el tiempo. En mayo de 2024, Micaela dio el salto a la feria de Parque Saavedra, donde comenzó a vender en la esquina de 12 y 68. Allí, la gente comenzó a interesarse rápidamente por sus productos, lo que la motivó a seguir adelante. Luego, se trasladó a la esquina de 14 y 66, hasta que encontró su lugar definitivo en 14 y 67, donde todos los sábados y domingos ciento de familias visitan su puesto en busca de huevos y otros productos.

Pero Micaela no solo encontró una fuente de trabajo, sino que también descubrió una comunidad de feriantes que la apoyó y la impulsó en su camino. Con el tiempo, el emprendimiento fue creciendo. En los primeros momentos difíciles, cuando la situación económica era compleja, las personas de la feria le sugirieron un nombre para su negocio: “La chica de los huevos”. Y ese nombre, que surgió como una simple sugerencia, rápidamente se hizo popular.

Desde entonces, la gente comenzó a preguntar por ella, no solo de La Plata, sino también de Berisso y Ensenada. Su nombre se consolidó, y hoy, en sus redes sociales, también se la conoce como "La Chica de los Huevos".

Lo que comenzó con la venta de huevos, yerba y miel pura, ahora se ha expandido con nuevos productos. Hoy, Micaela ofrece una variedad de productos como mix materos (yuyos para el mate), mates, bombillas y hasta productos dietéticos. Su puesto se ha convertido en un verdadero éxito, y su historia es un claro ejemplo de superación.

Antes de dedicarse a este negocio, Micaela pasó por diferentes trabajos, desde moza en bares hasta empleada en locales de ropa, donde, lamentablemente, fue maltratada. Sin embargo, nunca perdió la esperanza y siempre mantuvo su sueño en mente.

Su paso por la música tampoco fue un “hasta siempre”, sino un “hasta luego”. Aunque ahora está concentrada en su emprendimiento, Micaela no abandona su pasión artística. De hecho, sueña con abrir un local físico que le permita seguir creciendo en su negocio y, al mismo tiempo, recuperar la libertad para retomar su carrera musical en el futuro.

Hoy, Micaela es un ejemplo de resiliencia, trabajo duro y pasión por lo que hace. Su historia es una inspiración para aquellos que, como ella, están dispuestos a reinventarse.

No hay mal que por bien no venga...