Al mejor estilo de una película de ciencia ficción dirigida por Steven Spielberg un barrio de la localidad de Verónica se vio seriamente afectado al hundirse el suelo de sus calles.

Los mayores inconvenientes que sufrió el barrio Latorre se produjeron en los cruces de sus bocacalles quedando cortados sus accesos.

La superficie de las bocacalles comenzaron a hundirse a tal profundidad por la cual ningún vehiculo podría transitar.

Según técnicos esto se ocasionó debido a una inusual y sospechosa celeridad con la cual se ha hecho el trabajo encomendado.

En su primera y principal etapa, tras excavar por donde pusieron los tubos de desagües cloacales, una vez pasados los caños, no utilizaron la misma cantidad de tierra para volver a rellenar la zanja abierta.

Para completar correctamente el trabajo según los entendidos se debió realizar; la compactación y /o apisonado de la misma lo cual no se hizo para que no quede en evidencia el faltante de tierra que según vecinos fue derivado a otros destinos y hasta habrían sido comercializado inexplicablemente.

Además de los inconvenientes ocasionados a los transeúntes (que llegaron a más de media docena de vehículos encajados) se suman las quejas y denuncias de los vecinos afectados que junto a sus casas padecieron la incomodidad de estar abnegados durante días por los surcos y hoyos que dejo como consecuencia el trayecto cloacal.

Por todo esto, varios vecinos solicitaron a los responsables de esta obra una solución inmediata, y que se responsabilicen de los daños producidos como roturas de caños de desagüe en entradas de casas y de garaje privados, veredas de césped desmejorados por tal motivo, montículos de tierra estacionados sin señalización alguna y los riesgos latentes por posibles accidentes los cuales se ven potenciados por la deficiente iluminación del barrio.

Hasta ahora nadie se ha adjudicado la responsabilidad de esta impericia, ni por parte de la empresa privada ni por el municipio de Punta Indio, que supuestamente debía haber controlado la obra pública de infraestructura básica de cloacas recientemente realizada.

Las denuncias llegaron hasta los oídos de los concejales de la localidad para que alguien pueda tomar cartas en el asunto ya que el secretario de Obras Públicas y Servicios, Walter Soto, la única explicación que atinó a dar fue que la municipalidad no tiene nada que ver en esta cuestión y dijo que “si los vecinos estaban muy apurados que agarren un balde y vayan a buscar conchilla por sus propios medios”.

Tras los desafortunados dichos del funcionario público los vecinos indignados llamaron a un programa radial llamado “La Voz de Punta Indio” para hacer oír su reclamo y a menos de unas horas de tomar estado público el municipio dispuso un operativo para salvar la escandalosa situación.

Se supone que habría intimado y exigido a la empresa para que dé pronta solución al problema. Por lo cual de esta manera se logró finalmente reanudar los compromisos asumidos, pendientes e inconclusos.

Desgraciadamente esto ocurrió en uno de los barrios mas carenciados de Verónica, que junto a la precariedad de sus casas jamás vistas en la historia de la localidad reflejan la incipiente pobreza de un sector de la sociedad que no tiene ni siquiera acceso a la vivienda digna.

Paradójicamente, la alegría de los beneficiarios de estas cloacas se ha visto empañada por la deficiencia de la obra en sí, que vale la pena resaltar, es una de las pocas llevadas a cabo en años por una gestión municipal caracterizada por la falta de obra pública y de construcción de viviendas en todo el distrito.

Todos estos elementos nos encuadran en una de las zonas más postergadas de la Provincia, como así también nos sobrevuela de cerca problemáticas afines al bajísimo crecimiento demográfico, su empobrecida y deprimida economía regional y su limitado desarrollo sociocultural donde como resultado la actividad mas próspera de los últimos años ha sido la de dar empleos estatales.