Aunque algunos creían que el paro nacional sólo se iba a sentir en Capital Federal, La Plata demostró todo lo contrario. Este jueves la ciudad amaneció desértica como si fuera un feriado inamovible. Se sabía de antemano que no habría transporte público, y aquellos afortunados con vehículo particular padecieron las interminables colas en las estaciones de servicio este miércoles.
Los colegios decidieron no pasar asistencia y muchos comercios decidieron no abrir por miedo a represalias y otros por la imposibilidad de llegar a destino. ¿Una buena noticia? No hubo estacionamiento medido. Algunos debieron optar por la caminata o pagar un costoso taxi.
Lo que para muchos fue un fastidioso paro nacional con trasfondos políticos, para otros sólo fue un feriado forzado. La medida de fuerza fue convocada por las centrales obreras opositoras lideradas por Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli. Donde más se sintió fue en el transporte: no hubo colectivos ni trenes y pocos taxis. Las estaciones de servicio permanecieron cerradas y la circulación vehicular fue menor.
Desde el Sindicato de Conductores se informó que el 90 por ciento de los trabajadores del sector adhirió a la medida. “La mayoría de los autos que circuló son los que están alquilados, pero el resto se plegó al paro en disconformidad por la inseguridad y la inflación que nos afecta”, señaló Juan Carlos Berón, titular del sindicato que nuclea a los choferes y peones de taxis.
La protesta que más se sintió fue en la Autopista La Plata-Buenos Aires y perjudicó a muchos pasajeros que no pudieron entrar ni salir de la ciudad. En el casco urbano prevaleció la paz y el silencio. ¿Los motivos del paro? Pocos lo saben.
