La embestida judicial obligó a principios de semana al alcalde local a juntar a su tropa para explicar el estado de situación y advertir que “la responsabilidad” era de la gestión saliente, a la vez que aprovechó para reforzar sus proclamas en pos de la libertad de expresión y el “municipio de puertas abiertas”. En el plano jurídico, la administración local decidió apelar la decisión de la Suprema Corte de justicia Nación que ahora afecta a las arcas comunales.

“Con ese valor, podemos comprar 84 ambulancias, construir 4 jadrines o escuelas primarias, representan los insumos de las salas de salud de todo el año o la adquisición de un centenar de patrulleros”, ilustró.

De forma paralela, algunas de las espadas del macrismo –tal el caso del concejal y titular de la comisión de Hacienda, Julio Irurueta- salieron a contrarrestar el maremoto mediático que suscitó la “nueva mala”: “Bruera tiene que pagar por la decisión que tomó”.

Relaciones sospechosas

Un nuevo dato vincula una vez más, al doble crimen que se llevó la atención de la opinión pública en los últimos días con el gobierno local de Cambiemos. En las últimas horas trascendió que la camioneta marca Kía donde fueron encontrados los cuerpos sin vida de cirujano Guillermo Luna y su pareja Laura Favre está a nombre de Gerardo Gioglio, director de Nocturnidad de la Subsecretaría de Conviviencia y Control Ciudadano de la comuna.

Según revelaciones periodísticas fundadas, el rodado modelo 2009 figura asegurada en la compañía Rivadavia. Además, uno de los prófugos y principales sospechosos del doble homicidio -Sergio Maydana- sería empleado de la administración local y desempeñaría funciones en la misma dependencia de Gioglio.

La Subsecretaría de Convivencia está a cargo de Roberto Di Grazia, cuyo nombre estuvo en la mira a fin del año pasado por la sospechosa muerte de la estudiante de periodismo Emilia Uscamayta Curi, en una fiesta clandestina en la localidad de Romero cuya situación judicial todavía no se resolvió.

Elevando el perfil

Cuando en rondas de café que recogen las versiones de radio pasillo comienzan a asomar los primeros nombres que podrían terminar en una lista el año próximo, el del gremialista sanitario y concejal del FPV-PJ Pedro Borgini es uno de los que pica en punta. Con mandato a vencerse en 2017, el ex titular del cuerpo deliberativo podría ocupar uno de los casilleros para la cámara de Diputados -la octava renueva sus 6 escaños-.

Justamente, en la semana que termina, el dirigente -de buena llegada con la mayoría de las facciones sindicales de la ciudad- fue parte de una reunión de trabajo con el senador nacional Miguel Ángel Pichetto, de la que participaron además un minúsculo puñado de peronistas locales -entre ellos, Santiago Martorelli, ex jefe de gabinete de Pablo Bruera y actual secretario general del PJ-.

También en plan de posicionamiento, el dirigente peronista Gonzalo Atanasof continúa con itinerario de caminatas barriales y reuniones institucionales de cara a convertirse en una de las figuras de peso del justicialismo platense.

Al ex titular de AUBASA se lo vio compartiendo agenda en distintos distritos con referentes del denominado Grupo Esmeralda, el conglomerado de alcaldes “dialoguistas” que quieren encarar el poskirchnerismo basando su estrategia electoral en armados seccionales. Juegan en ese esquema el lomense Martín Insaurralde, el alcalde de San Martín Gabriel Katopodis, entre otros. Por caso, hace poco más de un mes, Atanasof junto a la diputada Valeria Amendolara fueron los anfitriones del desembarco de los esmeraldas en la capital bonaerense.

Junto a los vecinos y sus reclamos

En otro orden de cosas, el PJ platense sigue recogiendo a través de la implementación de su Central de Reclamos Vecinales quejas de los distintos barrios de la ciudad. Encabezada por el concejal Gabriel Bruera, la iniciativa ya recogió más de 4 mil reclamos entre los que se destacan rubros como inseguridad, obra pública, iluminación y desempleo, ente otros.

En ese marco, trascendió que la semana próxima se presentará un mapa de la inseguridad en el que podrán detectarse, como producto de un minucioso relevamiento, las zonas más críticas que sufren ese flagelo en la capital bonaerense.

La violencia de todos y para todos

Antes había sido la fachada principal del Palacio Municipal, el portón principal de vidrio de la sede del PJ de calle 54 –en dos oportunidades- y el local partidario de uno de los dirigentes del justicialismo, Guillermo “El Gallego” González, en las inmediaciones de la Estación del Ferrocarril.

Ahora la violencia política llegó para escrachar un local de la agrupación K “La Cámpora” en el barrio El Mondongo, que fue pintado con eslogans nazis identificados con la “Vanguardia Nacionalista”. Lo curioso fue que, en uno de los muros de la pared también estaba estampada la imagen del escudo histórico del PJ, que no fue tapado como sí ocurrió con la insignia de la principal organización militante del kirchnerismo.