Tras renuncia de Alaniz la Cámpora intenta imponer a Archanco en lugar de Kostiuk
La renuncia a su banca en el bloque Nacional y Popular del ex concejal camporista Martín Alaniz –quien pasará a reportar en la nueva Secretaría de Inteligencia de Nación- abrió una feroz disputa de poder en el seno del kirchnerismo platense, donde según pudo saber NOVA de fuentes partidarias la agrupación de Máximo Kirchner ahora intenta evitar que la dirigente del Movimiento Evita Ludmila Kostiuk se siente durante un tiempo prolongado en esa banca, tal lo previsto.
Kostiuk, pareja del hijo del uno de los líderes del Evita, Emilio Pérsico, es quien debería asumir el escaño una vez se reinicie el ciclo legislativo –en abril de no mediar sesión extraordinaria- según la línea sucesoria en la conformación de las listas de los comicios 2011, donde Alaniz ingresó junto al alakista Sebastián Tangorra –re-electo- en nombre del “kirchnerismo puro” junto a la candidatura a intendente del ahora funcionario sciolista Guido Carlotto.
Tal lo reflejó este medio oportunamente, el acercamiento entre el bruerismo y el camporismo se aceitó durante el 2014 con vistas a una eventual lista de unidad para competir en los comicios de este año. Por eso el Ejecutivo platense ve con buen ojo la posibilidad de que Kostiuk “renuncie” a su banca para que asuma en su reemplazo el camporista Ariel Archanco, directivo de ANSES local, quien reporta a Alaniz y en ese comicio fue candidato a concejal bajo el padrinazgo de Carlos Castagneto.
Según se supo, la estrategia –de compleja concreción- es impulsada por el edil Gabriel Buera y el Jefe de Gabinete Santiago Martorelli, un ex aliado de Pérsico. A él responden las concejales Lorena Riesgo y Silvana Soria en el recinto.
El bruerismo hoy tiene 7 ediles propios y necesita transitar un año sin sobresaltos para llegar a las generales con chances de retener el Sillón Municipal. En ese marco, un edil del camporismo que siga la línea de Alaniz asoma como más “deseable” que un legislador del Evita, sector con el que Bruera rompió lazos ya hace tiempo.
Desde el entorno de uno de los principales referentes del Evita, el diputado Gustavo “Tío” Di Marzio, dejaron trascender que “resistirán” a la embestida, pero no descartaron dar el brazo a torcer si la orden “llega desde arriba”. Claro está, deberá sonar un teléfono de Balcarce 50
