Información General
Los problemas sanitarios tras el paso del agua

Trabajadores de la salud desarrollan talleres destinados los damnificados por la inundación

Desde el Movimiento Sanitario Nacional se convocaron a 30 trabajadores de la salud para ayudar a los vecinos damnificados por el temporal.

Una vez que el agua de las inundaciones bajó, dejó al descubierto pérdidas humanas y materiales. En el medio del rescate de lo reutilizable, de la solidaridad con las víctimas del temporal, de las donaciones y de los voluntarios que tendieron sus manos para reconstruir casas destruidas, surgieron problemas sanitarios derivados de la catástrofe. Desde el Movimiento Sanitario Nacional se convocaron a 30 trabajadores de la salud para ayudar a los vecinos damnificados por el temporal.

Valeria Kierbel es licenciada en Psicología y miembro del Movimiento Sanitario nacional (MoSaNa) desde hace tres años, agrupación que forma parte del Encuentro Nacional Popular Latinoamericano y que está compuesto por trabajadores de distintas disciplinas y sectores del ámbito de la salud. En diálogo con NOVA relató de qué manera articulan el trabajo que desarrollan con vecinos de distintos barrios de La Plata, afectados por el trágico temporal que azotó la región el pasado 2 de abril.

“Después de lo sucedido, nos empezamos a juntar para pensar de algún modo, desde nuestras disciplinas particulares cómo aportar a la tragedia” que afectó a tantos platenses, señaló la psicóloga. “Nos pareció, como trabajadores de la salud, que iban a aparecer un conjunto de problemas, que no tenían que ver con lo material. Sabíamos que cuando bajaran las necesidades materiales iban a aparecer otro tipo de demandas”, agregó.

En este sentido, señaló que: “Empezamos la convocatoria a trabajadores de la salud de distintas áreas, se sumaron más de 30 personas entre psicólogos, trabajadores sociales, médicos, enfermeros, estudiantes de esas carreras”.

“Nos estamos juntando semanalmente, nos juntamos entre grupos de tres y vamos semanalmente a distintos barrios que habíamos conocido en el proceso que fue llevar donaciones y ofrecer la posibilidad de talleres para niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Estamos en Ringuelet, en El Carmen, y en Villa Montoro”, detalló.

En tanto, como dinámica de las actividades que desarrollan, indicó: “Quisimos respetar las redes de trabajo que ya existen. Con lo cual lo primero que hicimos fue reunirnos con los referentes barriales de cada lugar y entre todos nos ocupamos de difundir entre los vecinos, de convocar a quienes quieran participar. Hicimos una grilla de horarios, que cubre la mañana y la tarde durante toda la semana, para poder asegurar trabajadores con tiempo para dar los talleres, a disposición de los vecinos. La prioridad es que los vecinos puedan asistir, nosotros nos adaptamos a los horarios de ellos”.

Y agregó: “Se forman grupos de no más de diez personas. Queremos crear espacios donde pueda circular la palabra, donde se pueda escuchar, para recuperar un poco los lazos sociales, que es uno de los objetivos propuestos”.

Kierbel, se refirió además al tiempo que demandarán los talleres en los distintos barrios. “Nos planteamos el trabajo a mediano plazo, que implica un periodo de seis meses a un año, aunque esto se va pautar con los vecinos. Hay talleres que abren y cierran en dos encuentros o tres. Por ejemplo, en las escuelas no podemos prolongar los trabajos por las horas escolares de los chicos, entonces ahí el trabajo se acota a dos o tres encuentros”.

Por otro lado, advirtió que la metodología de trabajo es grupal. “Nosotros (el MosaNa) entendemos a la salud como un derecho social, humano, inalienable y que se construye con otros. Que la salud no es estar bien físicamente, sino tener lazos sociales con otros que son los que nos ayudan en situaciones de catástrofes, como las vividas, o no tan catastróficas. Contar con redes sociales para sobrellevar situaciones insalubres”.

En este sentido, aseguró: “La enfermedad está presente constantemente de todos modos, tanto físico como mental. Lo importante es que el sujeto tenga la capacidad activa de resolver esos problemas, no individualmente sino colectivamente”.

Por otro lado, indicó que: “Tenemos una idea de salud preventiva con los cual los talleres apuntan a trabajar lo que pasó, pero prevenir futuros sucesos no sólo como el vivido, sino enfermedades productos de esto”.

Sin embargo, aunque desde el Movimiento sostienen que lo importante es trabajar de forma colectiva, tienen en cuenta las necesidades individuales. “En cuanto al abordaje individual, que en muchos casos es necesario, lo que tenemos propuesto como equipo es tener a mano una red de derivación, siempre priorizando lo que ya está en el barrio. Es decir, si el barrio cuenta con una salita de atención psicológica derivar ahí u otros centros de atención que estén a la alcance del vecino y que responden a las necesidades del caso”.

Finalmente, haciendo una evaluación del estado general en que quedó la población afectada por las inundaciones, manifestó: “Lo que pasó con el agua fue arrasador materialmente, pero sobre todo subjetivamente. La gente que estuvo en su casa mientras perdía todo, quedó en una situación de pasividad absoluta, como un objeto más dentro de esa casa”.

“Todas estas cuestiones sólo se resuelven construyendo solidariamente, nadie se salva solo. Todas las anécdotas que hemos escuchado hasta ahora, siempre aparece un vecino, un amigo, un familiar, alguien que fue a rescatar, que al otro día fue a limpiar. Todo eso empezó a resarcir el conjunto de representaciones que quedaron desordenadas”, agregó Kierbel.

“Lo bueno de trabajar en grupo y con profesionales, es que uno puede bajar ansiedades, ponerle un nombre a eso que le está pasando a la gente y ponerlo en juego con los demás, compartirlo, para que no se sienta con una tarea solitaria a resolverlo, porque es algo que pasa, que es normal y que se puede resolver”, concluyó.

Lectores: 757

Envianos tu comentario