Opinión
El macrismo y sus declaraciones

Que la inocencia te valga

Antonio Tourville, dirigente peronista.

Por Antonio Tourville (*), especial para NOVA

“Que la inocencia te valga” era una frase hecha que usábamos cuando yo era joven, es decir, hace mucho tiempo para el Día de los Inocentes, para cargar a un amigo, después de haberle hecho creer algo que lo sorprendía, asustaba o desesperaba. Días pasados aconteció algo que puso en marcha cataratas de opiniones, que demostraban indignación, sorpresa o repudio y ese algo, fueron las aseveraciones de ministro Juan José Aranguren al decir que no traería sus ahorros a Argentina porque no tenía confianza.

Opinión no muy lejana a lo afirmado por el presidente Mauricio Macri, el cual aseguró que las cuentas offshore no configuraban delito alguno y que eran muy útiles, justificándose y justificando a su otro ministro Luis Caputo.

Digo que los que criticaban esto eran “inocentes” porque hablan desde una idea de organización económica y social del mundo, diametralmente opuesta, a la de los señores que hoy nos gobiernan. Los unos quieren un mundo conformado por patrias o naciones y los otros quieren un mundo global, gobernado por el dinero y la fuerza.

Yo soy farmacéutico y concurrí a unas jornadas organizadas por mi colegio en donde conferenció un señor liberal que hoy posee un programa televisivo. Durante la charla expuso ideas y teoría, que eran infigurables para mi razonamiento, a pesar que la mayoría de mis colegas acompañaban con risas y aplausos sus expresiones que ahora deben estar lamentando.

Al escuchar estas ideas, se me representó este señor parado fuera de las fronteras de mi país, de mi Patria, entonces le pregunte: “¿Ciudadano argentino o ciudadano del mundo?”. Me contestó sin ruborizarse y sin dudar un segundo por la segunda opción.

Por supuesto, me paré y me fui porque me di cuenta que no podía discutir con ese señor, dado que yo quería perfeccionar y mantener una organización llamada Patria y él trabajaba para destruirla y construir otra organización, llamada mundo globalizado.

Este mundo no es una entelequia de este señor, pues existe y es regenteado por la Banca Financiera Internacional, que conduce la Reserva Federal de EE.UU, emite dólares y fija su intereses, grupo de no más de una docena de familias que producen periódicamente en una localidad llamada Davos reuniones donde concurren obedientemente los supuestos mandatarios del mundo.

Estas familias manejan organismos de crédito y esclavitud, como el FMI o el Banco Mundial y tienen a su servicio en el mundo, políticos, periodistas, espías, empresarios, jueces, ejércitos, etc .

El objetivo supremo de esta organización es un mundo globalizado sin sentimiento patrióticos y sin organizaciones nacionales. Por ello, los integrantes del actual gobierno que abonan estas ideas, ven como lógica para incorporarse a este mundo una región dedicada a las materias primas agrícolas- ganaderas, a los alimentos y al turismo, con un gerenciamiento o gobierno no soberano, solo ocupado de la seguridad y la obra pública.

Por ello no cuidan la industria nacional y la destruyen; quieren aniquilar toda organización social como, los clubes populares, los sindicatos y los partidos políticos; por ello cierran hospitales y escuelas; dicen que Malvinas y La Antártida son gastos innecesarios; o permiten y apoyan que la Patagonia sea ocupada por agentes extranjeros .

Por ello, ven a los paraísos fiscales, como lugares adecuados para guardar dinero y no pagar impuestos, cosa que lisa y llanamente atenta contra los Estados, que ellos quieren desguazar.

Es ingenuo discutir lo que ellos hacen y piensan porque nuestros objetivos son completamente opuesto a los de ellos, es definitivamente una cosa o la otra: un plan nacional y popular o un plan antinacional y antipopular.

Sería algo así como discutir si hay que poner un semáforo en la puerta de un asilo para cuidar la vida de los ancianos, con señores que piensan que es una hecatombe económica que esos ancianos vivan mucho.

(*) Farmacéutico

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