El viernes a las 19.15 el paisaje de la terminal de ómnibus de La Plata cambió radicalmente cuando un grupo de bailarines, que estaba disimulado entre el público que circulaba por el lugar, espontáneamente con los primeros acordes de un tema musical comenzó a nuclearse y a bailar una coreografía.
Había dos personas ataviadas con trajes típicos de la India que se movieron desde el inicio y con el curso de la canción fueron sumándose los demás (más de sesenta en total), generando una hermosa fiesta. Al final, todos se dispersaron rápidamente y antes de que el público lo notara el espacio volvió a la normalidad, aunque transformado.
Según informaron los propios bailarines, la idea central fue “cambiarles el rato a los vecinos presentes” a partir de una pequeña muestra artística, en este caso con la danza. Fue una gran sorpresa y ese momento dejó de ser “uno más” para muchas personas. Tal como sucede en todo el mundo los espectadores filmaban, se diviertían y disfrutaban con la novedad, porque la propuesta era simple y contagiaba alegría.
Estas intervenciones artísticas, conocidas como flashmob (flash = repentino / mob = muchedumbre), de carácter urbano, comenzaron a tener difusión en los últimos cinco años con el desarrollo de las redes sociales y la comunicación digital. En este caso se trató de una mini-función de danza en un espacio no convencional, que duró unos pocos minutos y no requirió más infraestructura que los equipos de sonido.
Es una práctica muy de moda en los países centrales que, si bien ha tenido alguna interpretación vernácula en otras regiones del país, fue la primera vez que se intentó en nuestra ciudad.
La iniciativa
En esta ocasión, se trató de una iniciativa conjunta del equipo de la revista electrónica ¿Qué hay en danza? (www.quehayendanza.com.ar) dedicada a la promoción y difusión de esta actividad en la ciudad y sus alrededores, quienes convocaron a distintas personas que disfrutan de bailar para participar en esta primera experiencia.
Karina Amado, Laura San Miguel y Mercedes Tonelli, responsables finales de la organización, partieron de la concepción de la danza como lenguaje no verbal de comunicación ancestral e inherente al hombre, que reúne e integra a las personas, y de las ganas de presentar al gran público una actividad que no se conoce en la ciudad (danza bollywood, oriunda de la India).
Asimismo, por medio de esta tarea entrevieron la posibilidad de estimular la apertura cultural, afianzar los vínculos con otros artistas de la zona y compartir experiencias, favoreciendo la colaboración mutua.
