Postales del nuevo esquema de poder en el ring político de la semana
En una semana signada a escala nacional por las repercusiones de las detenciones de parte del elenco estable del kirchnerismo y el involucramiento del presidente Mauricio Macri en el denominado caso de Panamá Papers, el escenario platense vio reflejado estas cuestiones, que rápidamente se hicieron carne en los protagonistas de la política lugareña.
En ese marco, el Concejo Deliberante –que el pasado miércoles sesionó por primera vez de forma ordinaria en el año-, fue epicentro de los primeros chispazos institucionales entre el macrismo y la oposición peronista. Como describió este medio hubo pases de facturas y reproches a la gestión anterior, lo que se constituyó en una especie de segundo round de la batalla verbal que la semana anterior había iniciado el intendente Julio Garro al abrir en ese mismo sitio el período de sesiones, donde pasó factura por la “herencia recibida”
En el recinto se vio además lo que algunos observadores locales ya bautizaron como “el nuevo clima democrático”, en alusión al surgimiento de debates entre los ediles sobre una amplia variedad de temas, algunos relacionados al interés ciudadano y otros que sólo interesan al denominado “microclima”.
Lo que se verá, de aquí en más, es un delicado equilibrio de fuerzas. Se sabe que Cambiemos necesita la ayuda de aliados circunstanciases para aprobar proyectos y propuestas denominadas clave ya que no tiene mayoría ni quórum propios. Ese rol, con algunas resistencias más dignas de una puesta en escena que de un real convencimiento en el caso de algunos concejales, será jugado por el Frente Renovador UNA, donde espadas con experiencia como José Arteaga y Oscar Vaudagna se encargarán de “poner los límites” en función de lo que su jefe político –Sergio Massa, claro está-, denominó “la oposición responsable”.
Se espera, del mismo modo, la “colaboración” de concejales tales como los unibloquistas Gerardo Jazmín y Marcela Farroni, que por el faltazo de Javier García, el miércoles se convirtió temporariamente en presidente del Concejo. Fue cuando Fernando Ponce bajó a una banca común para “agitar” a los concejales kirchneristas y peronistas, quienes respondieron en boca del edil K Guillermo “Nano” Cara y del gremialista sanitario afín al bruerismo Pedro Borgini. Más tarde se sumó Gabriel Bruera, cuestionando enfáticamente el nuevo sistema de recolección de residuos local.
Como lo describió NOVA oportunamente, el reparto de las comisiones de trabajo -donde el kirchnerismo no pudo hacerse de ninguna presidencia-, fue uno de los gestos políticos donde se materializó la nueva configuración de poder en la ciudad.
Demostración de fuerza
Un acto que de disfrazó de institucional pero en verdad fue una singular demostración de poder por parte de Cambiemos en busca de posicionamiento territorial y de quedarse con el manejo de la FAM, tuvo lugar promediando la semana en el Salón Dorado del Palacio Municipal.
Allí, después de la sesión, se aglutinaron los más de 60 intendentes que Cambiemos tiene en la provincia de Buenos Aires. La presencia de la gobernadora María Eugenia Vidal le dio aún mayor magnitud a la movida que tuvo como anfitrión a Garro y se instrumentó para crear un foro de intendentes que pise fuerte en la arena bonaerense para desterrar los vestigios de la conducción justicialista
Algo de gestión
Como refuerzo fáctico de algunas de las promesas de obras para la Región esbozadas por Garro hace semanas, se destacó la inauguración de nuevas instalaciones para la delegación de Hernández -ubicada en la zona Oeste de la ciudad-.
El edificio está ubicado en avenida 25 entre 512 y 513 y según se informó, las nuevas instalaciones permitirán prestar próximamente los servicios de IOMA, PAMI, APR y Bapro Pagos, además de tramitar licencias de conducir, y realizar gestiones administrativas.
Es parte del plan de descentralización municipal que el alcalde pretende –y tiene como caja de resonancia propositiva precisamente al Concejo, donde ya maduran algunos proyectos en ese sentido-, para optimizar el funcionamiento burocrático del municipio.
¿Contra las cuerdas?
En el marco de la ronda de trascendidos y especies de pasillo, volvió al ruedo la versión de que algunos de los funcionarios municipales podría pegar el portazo (como ya ocurrió en los primeros meses de gestión).
En este caso se trata de Roberto Di Grazia, un hombre puesto en Control Urbano por el senador de Cambiemos Juan Pablo Allan, y que desde el fatídico pasado 31 de diciembre cuando murió ahogada en una fiesta clandestina de Melchor Romero la joven estudiante Jéssica Uscamayta Curi quedó “observado” por el jefe comunal.
Ahora, al calor de la acumulación de nuevos tropiezos como la autorización dada a automovilistas para circular por las baldosas de Plaza Moreno a raíz de un corte de calles –imágenes insólitas que circularon hasta en medios nacionales, hace un par de semanas-, entre otros, el funcionario podría dejar el cargo de esa estratégica dependencia. Hay, sin embargo, voces que sindican esa posibilidad como “operaciones”.
