Natalia Blanco, la mujer que denunció al médico platense Omar Molina Ferrer por un supuesto abuso, recibió este miércoles a NOVA en su domicilio y una hora después de finalizar la entrevista fue detenida ya que la justicia hizo lugar al pedido del fiscal Marcelo Martini tras una denuncia de extorsión presentada por el médico.
Previo a su detención, en diálogo con este medio, la mujer contó que “hoy (por este miércoles) fueron a Fiscalía mis testigos para declarar. Atestiguaron mi mamá, mi hermana y una amiga. Cuando salí aquel día del consultorio, me vine para mi casa, la llamé a mi mamá por teléfono, me fui para su casa y le conté lo que me había pasado. Se quedó consternada, no podía procesar la información, porque era un médico que hacía 40 años que ella conocía, atendió a muchos familiares nuestros y hace 33 años que me conocía a mí”.
“En noviembre fue este abuso terrible, y después fue cuando lo grabé. A raíz de ese hecho me sentí muy indignada, humillada como mujer. No lo podía creer, yo tengo carácter pero esa situación me consternó, no podía entender lo que estaba viviendo”, agregó.
Consultada sobre por qué no decidió hacer la denuncia en ese momento y optó por volver al mes siguiente y grabar un supuesto nuevo abuso, explicó: “¿Cómo podían creerme? Un hombre de 84 años que eyacula en la calza, que se meta las llaves en el ano. Iba a hacer una denuncia sin pruebas por el prestigio que tiene este médico”.
“Me fui indignada, no atendida, manoseada, humillada como mujer y dije ‘no quiero que esto le pase más a nadie’”, continuó con su relato.
Además, aclaró que “cuando volví, fue más violento porque me tiró encima y yo me lo quiero sacar. En ese momento pesaba 38 kilos, estaba con anorexia y este hombre pesa 75 kilos. Yo hice fuerza para sacármelo pero no podía sacármelo de encima. Encima yo estaba con una infección de riñón, con la vesícula con cálculos, con un dolor abdominal terrible”.
“Después de eso, fui e hice una denuncia, con la prueba, la calza, los testigos y a partir de ahí empezaron las amenazas”, añadió.
Al respecto del resultado negativo que dio el análisis de la calza, explicó que “tendría que haberse puesto en una bolsa ziploc para que no se contamine, evidentemente no la habrán puesto así, no me consta, pero la calza estaba manchada de sémen”.
“Pasó lo de la denuncia, empecé a recibir amenazas que yo creo que son del entorno, y obviamente la causa quedó cajoneada. Pensé que ya para febrero se podía activar, pero no pasó nada y decidí contarlo en los medios”, aseguró.
Asimismo, aclaró que “voy a seguir hasta las últimas consecuencias, busco justicia y que no le pase a nadie más”.
“Se me acusa de extorsión, si hubiera querido extorsionar, ¿voy a esperar siete meses?”, concluyó.
