Piña va, piña viene: graves incidentes en un partido de Fútbol Infantil con un club relacionado a la UOCRA
Otro hecho lamentable mancha al fútbol. La violencia volvió a hacerse presente, pero esta vez en circunstancias más preocupantes: en un partido protagonizado por chicos. Los propios jóvenes iniciaron una batalla campal en la Liga Amateur de La Plata, que terminó con al menos tres heridos en el Barrio Aeropuerto.
“Jugadores, dirigentes y familiares golpearon a nuestros chicos, fueron salvajemente atacados al punto de que tres debieron ser trasladados en ambulancia, uno de ellos en terapia intermedia durante todo el día”, denunció en diálogo con NOVA la madre de uno de los jugadores visitantes.
“Nosotros no pudimos defenderlos porque estábamos en una especie de corralito, encerrados. Luego también recibimos piedras, una locura”, añadió.
Todo ocurrió en un partido de séptima división entre CRIBA y Porteño. Los jugadores, la mayoría de ellos de 15 años, empezaron a discutir en el campo de juego por un fallo arbitral. El juez decidió amonestar a uno de ellos y su reacción fue violenta: le propinó un golpe de puño en la cara, seguido de una patada.
Ese fue solo el comienzo: el director técnico de CRIBA ingresó al campo de juego para intentar calmar a su jugador, pero también increpó al juez. Parecía que la situación se tranquilizaba, hasta que los chicos empezaron a golpearse entre sí y allí fue cuando se produjo una masiva invasión de campo.
Un joven ingresó a toda velocidad a la cancha y le pegó una patada voladora a uno de los futbolistas, al que luego golpearon una y otra vez mientras intentaba levantarse del suelo. Padres y allegados de ambos clubes intentaron calmar la situación, pero como si fuera poco, otros propiciaron la violencia insultando a los menores e incluso peleándose entre ellos.
El club vecinal CRIBA (Centro Recreativo Infantil Barrio Aeropuerto) es una institución barrial que participa de los torneos del interior en el fútbol argentino y que está vinculado con la UOCRA, entidad que lo auspicia.
