Piden la excarcelación al conductor acusado por la muerte del taxista platense
La defensa de Claudio Osmar Sánchez (56), el conductor detenido bajo sospecha de haber provocado la muerte del taxista platense, Luis Alberto Amerise (62), con quien protagonizó, el lunes por la noche, una fuerte discusión a causa de una situación de tránsito, solicitó este miércoles su excarcelación bajo caución juratoria.
El pedido ingresó en el juzgado de Guillermo Atencio, que ahora deberá resolver si otorga la medida o mantiene al imputado privado de su libertad.
La fiscal que interviene en el hecho, Ana María Medina, lo acusó por “homicidio preterintencional”, en los términos del artículo 81 del Código Penal, que establece penas de 1 a 6 años de prisión.
Precisamente, el abogado que representa a Sánchez, Juan Dellagiovanna, hizo hincapié en el monto de la sanción prevista para el delito, que admite su liberación, mientras se sustancia el proceso.
El letrado además planteó que su defendido “no representa riesgo procesal alguno”, por lo que “no obstaculizará el accionar de la Justicia”.
Según fuentes de tribunales, Dellagiovanna remarcó que Sánchez no tiene antecedentes penales, que está afincado en La Plata, donde trabaja y vive toda su familia, entre la que resalta la presencia de un hijo adolescente de 12 años.
Como se sabe, anteayer prestó declaración indagatoria, donde brindó su versión de los hechos suscitados en la esquina de las calles 30 y 52.
Los voceros aclararon que el imputado “contó que el taxista le tiró dos trompadas, que lo intentó agarrar y que ambos se cayeron al piso. Que inmediatamente se dio cuenta que tenía dificultades para respirar y que se acordó de un amigo, que falleció de un infarto, cuando jugaban un partido de fútbol”.
“También contó que cuando estaba inconsciente lo quisieron reanimar y que después se lo llevaron al hospital Italiano, adonde lo siguió preocupado por su estado de salud”, más allá de que estaba lesionado en el rostro.
Respecto del estado actual de Sánchez, los informantes refirieron a que “sigue en shock. Pasó de la bronca por una pavada, al estupor por cómo terminó todo”.
