Paradoja histórica: reconocen la figura de Balbín mientras su vivienda se erige en total abandono
El peso de la historia tiene sus contradicciones. Ricardo Balbín fue una figura indiscutible en el derrotero histórico del radicalismo del último medio siglo y la talla de su estampa –quizá inmortalizada en aquella emotiva despedida a su “viejo adversario”, el Juan Domingo Perón, en instancias de la muerte del General-, es a todas luces proporcional a la carencia actual de referentes de peso en el centenario partido.
En La Plata esa tendencia paradójica queda el desnudo con frecuencia: mientras un grupo de dirigentes y referentes afines al radicalismo –los autores del libro Ricardo H. Soler y Raúl H. Pistorio; y Juan Manuel Casella y Daniel Santoro-, presentará su biografía en un acto que tendrá lugar este martes a las 18.30 en el Salón de los Espejos del Edificio de la Reforma Universitaria -ex Jockey Club-, en el corazón del microcentro platense, la histórica vivienda del caudillo radical luce en virtual estado de abandono.
En 49 entre 11 y 12, el aspecto de la vivienda que habitó el dirigente evidencia la desidia estatal a la hora de cuidar el patrimonio histórico-arquitectónico de la capital bonaerense. Está ubicada frente a la Biblioteca Municipal y con una placa que la identifica como tal.
La intención de los familiares del dirigente de vender el histórico inmueble por no poder solventar el costo de los impuestos provocó la reacción de los gobiernos bonaerense y municipal a mediados del 2008, y en su momento se anunció con bombos y platillos la puesta en valor del mismo para convertirla en museo. Pero el tiempo pasó, y basta con pasar por el frente del lugar para notar que una vez más a las palabras se las llevó el viento.
La familia del caudillo radical no podía hacer frente a los gastos de mantenimiento de la vivienda de dos plantas que quiso venderse en su momento por 350 mil dólares. En el living que da a la calle 49, Balbín pasó sus últimos días.
Pero a la hora de organizar actos con beneficios de impacto mediático para la dirigencia actual, las iniciativas están a la orden del día. Integrantes de la vieja escuela de la UCR organizan todos los 29 de julio conmemoratorios por el nacimiento de Balbín, como los 9 de septiembre recuerdan su partida. En dichos actos, las convocatorias rara vez superan la veintena de personas.
Ahora, los autores de la biografía del caudillo, junto a Casella y Santoro –ex ministro alfonsinista y ex diputado respectivamente-, llenarán, en las instalaciones del ex Jockey Club, nuevamente de loas la memoria de quien fuera acérrimo rival político de Perón para después despedirlo con las memorables palabras "este viejo adversario viene a despedir a un amigo". Mientras tantom, a menos de 700 metros del lugar, el inmueble sigue luciendo un total estado de abandono.
Oportunamente, en diálogo con NOVA, Jorge Marchiano, presidente de la Comisión Permanente de Homenaje al Doctor Balbín, reconoció ante este medio durante un recordatorio en el cementerio platense que "hoy faltan líderes en todo el espectro político, no sólo en el radicalismo. Los partidos están desvalorizados, han desaparecidos, son grupos o personas que tienen representación propia”, una frase que resume la paradoja actual a la hora de realizar actos de memoria histórica y homenajes de los dirigentes de antaño.
