Panorama Político Platense
El escenario político

Nada nuevo bajo el sol: en el peronismo ya pujan por quién tendrá el control de la lapicera

Gabriel Bruera y Gonzalo Atanasof, a la espera de que empiece el partido. Saintout y Amendolara, por ahora miran desde la tribuna. Chispazos en la mesa chica PRO; rumores de renuncia y enroques (Ilustración NOVA)

Faltan años luz, pero en política, los objetivos de largo plazo se vuelven inmediatos en función de posicionamientos pre-electorales. Con el 2015 todavía fresco en el almanaque, la mayoría de los exponentes del justicialismo de la Octava Sección ya miran de reojo el 2017 y algunos ensayan hipotéticos batacazos rumbo a las ejecutivas del 2019.

Con el macrismo y el radicalismo como fuerzas convertidas en oficialismo, el escenario es cuanto menos adverso, pero el nuevo rol de oposición obliga a legisladores, dirigentes y militantes a calzarse el overol y hacer política “con poca caja” y desde la calle.

A pesar de los gestos –a veces escenificados- de unidad, la tropa pejotista mantiene una solapada disputa por llegar a manejar el armado de las listas en los comicios de medio término, donde La Plata renueva sus seis bancas en Diputados y una docena escaños en el Concejo Deliberante, hoy repartido casi en partes iguales entre legisladores de Cambiemos, renovadores y peronistas de distinto pelaje. La búsqueda de posicionamientos incluye, en muchos casos, intentos de conquistas territoriales. Y sobrevuela un pensamiento común: “El que se impone en las lista en 2017 tiene el control de la lapicera durante los próximos cinco o seis años”.

Como se informó oportunamente en este espacio, un nutrido grupo de dirigentes ya comenzó a ganar la calle, ya sea en formato presencial o con instalación de imagen. El principal sillón del PJ de calle 54 sigue siendo del ex intendente Pablo Bruera, con mandato hasta fines del 2017. El PJ comenzó a abrir sus puertas para realizar plenarios y actos institucionales en los que desfilan militantes y dirigentes de escala provincial o referentes sindicales. Las figuras del ex oficialismo son básicamente el concejal Gabriel Bruera y sus pares Gabriel Céspedes y Fabián Lugli (el bloque se completa con Silvana Soria, Lorena Riesgo y el sanitarista Pedro Borgini).

De forma paralela, hay voces que sin rodeos aseguran que el tiempo del bruerismo “ya pasó” y exigen un recambio dirigencial que se traduzca en una nueva conducción, pero todavía no se animan a dar el salto e ir por las riendas del partido. Tras la derrota del año pasado, el peronismo implotó y si hay algo que caracteriza el actual escenario es la falta de liderazgos indiscutidos y jefaturas personalistas que arrastren voluntades.

En la lista de los que ya comenzaron a calentar motores está la diputada provincial del FPV Valeria Amendolara quien comenzó a tener conversaciones con diferentes aspirantes a la sucesión –no se descarta una alianza con alguno de ellos- e intenta oxigenar su figura mostrándose como una superación del bruerismo, sector que la cobijó durante toda su carrera política, al amparo político de su tío –e histórico dirigente-Luis “Lucho” Lugones. Aunque le falta trabajo territorial, tiene mandato hasta el 2017, un nada despreciable sostén institucional en tiempos en los que la mayoría de los dirigentes del espacio intentan ganar la escena desde el llano y sin los resortes del poder.

Actualmente sin cargo formal, otro que se posiciona con múltiples caminatas en los distintos barrios de la periferia e inauguraciones de locales partidarios es el ex titular de AUBASA Gonzalo Atanasof, de los exponentes más representativos del peronismo tradicional de la capital provincial. El ex diputado por Unión Pro –también fue concejal del “peronismo a secas” en el período 2005-2009- se muestra activo tanto en la calle como en las redes sociales y transformó las reuniones vecinales y con algunos sectores gremiales y agrupaciones en el punto de partida de lo que podría derivar en una candidatura. “Puede ser un dirigente moldeable a las necesidades actuales y no tiene muertos en el placard”, lo definió, en diálogo con este portal, un avezado observador político local.

En pleno proceso de “deskirchnerización”, hay quienes ven al ex legislador como el aspirante más firme a la sucesión municipal. Siempre con los pies en el PJ, su pasado político más inmediato lo vincula al entorno político del ex gobernador Daniel Scioli, actual vicepresidente del PJ Nacional.

Por fuera del justicialismo ortodoxo, la decana de Periodismo y concejal del bloque FPV-PJ Nacional y Popular Florencia Saintout conserva como bastión el mando de la casa de estudios del Bosque –base de su militancia- y poco menos de dos años de mandato en el recinto de calle 11, sin contar el buen caudal electoral que según sus últimas participaciones electorales promedió los 13 puntos.

De hecho, tal como ella misma lo asumió tras la interna del FPV, de no ser por el voto extranjero, le hubiera arrebatado el sello oficial a Bruera en la primaria del año pasado. Las agrupaciones pingüinas como La Cámpora, la Juventud Peronista (JP) y Kolina, entre otras, prácticamente ya le delegaron a la académica la representación territorial del cristinismo.

Otro sector dentro del universo K es el referenciado con "La Casa de la Victoria", que tiene como figura a la dirigente Victoria Tolosa Paz, esposa del ex empresario de medios kirchnerista Enrique “Pepe” Albistur. Algunos la ven como una figura emergente, pero hay un análisis compartido: no tiene tracción masiva de militancia y de anhelar llegar a alguna candidatura expectante –hace tiempo vio trunca una imposición de la Casa Rosada para convertirla en legisladora de La Plata-, no haría más que disputar el voto que en la elección pasada acompañó a Saintout, hoy por hoy, el único voto cautivo del FPV puro.

Reacomodamientos en el massismo

En el siempre complejo y movedizo rompecabezas del Frente Renovador –que el año pasado se dividió en cinco espacios para ir a las urnas-, las novedades están a la orden del día. El espacio referenciado con el “massista de primera hora” Carlos Melzi habría fumado la pipa de la paz con Sergio Massa, luego de que “el pelado” se mostrara disconforme por cómo manejó el tigrense el armado electoral local.

Según el trascendido, varias reuniones –en el Congreso Nacional y el Tigre- sirvieron para que el jefe renovador y el dirigente platense de la “línea fundadora” limaran asperezas y acercaran posiciones para comenzar a trabajar con un horizonte común: los comicios del año próximo.

En ese aspecto, también se dio como novedad el lanzamiento del operativo “Massa senador 2017”. Quien primereó en ese sentido fue el experimentado concejal Oscar Vaudagna, quien encabezó un plenario al que asistieron los concejales Sandra Carzolio de Berisso, María Valeria Fernández Eguía y Ernesto Varela de Ensenada, Eduardo Rubeo, dirigente del FR ensenadense, el peronista Javier Herrera y Francisco tufankchi, del partido UNIR.

Llamó la atención la ausencia de referentes de lo que se denomina el “massismo oficial”, que tiene representación en el Concejo de La Plata en ediles como José Arteaga –último candidato a intendente- y Javier García, vicepresidente del cuerpo deliberativo. Quien si comenzó a respaldar al vaudagnismo, al menos en las redes sociales tal como lo hizo con el dirigente Marcelo “Chuby” Leguizamón, el año pasado, es la edil unibloquista Marcela Farroni, alejada desde hace tiempo de la línea oficialista del FR y devenida en activa militante del Twister y el Factbook.

En el Concejo

En el ámbito legislativo, el miércoles pasado en una extensa sesión el cuerpo no avaló la rendición de cuentas del bruerismo, que ahora pasará a consideración del Tribunal de Cuentas bonaerense. En el recinto, se re-editó la disputa dialéctica entre la bancada de Cambiemos y el peronismo bruerista y kirchnerista, una postal de las últimas sesiones.

Ruidos y posible enroque en la mesa chica PRO

La imagen de impostada tranquilidad que el núcleo duro del macrismo intenta reflejar puertas afuera del Palacio contrasta con los chispazos internos que, según supo en exclusiva este medio en reconstrucción con fuentes del Palacio Municipal, recrudecieron en los últimos días.

En una reunión de “mesa chica” del garrismo, el titular del Concejo, Fernando Ponce le recriminó en duros términos a la jefa de Gabinete Natalia Vallejos lo que, a entender del edil, es su “inoperancia” en el desempeño de su función. Ponce habría estirado aun más la cuerda y le enrostró el manejo discrecional de fondos destinados a cooperativas.

Este cortocircuito no hizo más que reeditar las versiones de renuncia que hace poco más de dos meses inundó los corrillos políticos y párrafos de los principales portales políticos de la capital bonaerense, luego desmentidos por la propia Vallejos.

Y por estas horas se habla de la posibilidad de que el propio Ponce se convierta en Jefe de Gabinete y que el otro edil macrista del bloque Cambiemos, Julio Irurueta, lo reemplace al frente del Concejo. A Vallejos, para descomprimir, le dejarían ocupar una banca en el recinto parlamentario. Horas de definiciones.

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