Temas tales como la inseguridad, el transporte, la falta de políticas sociales para los sectores más desprotegidos y la violencia de género ganaron la agenda con los bloques justicialistas hiperactivos y la defensa del Ejecutivo encarnada en las figuras de los macristas Fernando Ponce y Julio Irurueta.

El ex oficialismo, por caso, volvió al ruedo con cuestionamientos a la policía local y fuertes críticas al garrismo por lo que, según entiende el edil Gabriel Bruera, es “una falta de compromiso” para combatir el flagelo de la inseguridad. También tuvieron un marcado protagonismo en el plenario las demandas de los ediles ultrakirchneristas Florencia Saintout y Guillermo Cara.

Sin lugar a la ruptura formal

En posición debilitada, el radicalismo rebelde representado en el Concejo Deliberante por la concejal Florencia Rollié ingresó en una etapa de “barajar y dar de nuevo”. En medio del desconcierto por lo que significó una nueva derrota del ex diputado Sergio Panella, este espacio – en el que también se referencia el ex internista Claudio Pérez Irigoyen y el operador full time Javier Quinterno-, casi que se quedó sin bastiones de poder desde donde disputarle protagonismo al macrismo gobernante.

De hecho, se espera que Rollié refuerce desde su banca las posturas antagonistas dentro de Cambiemos, tal como lo viene haciendo durante el año y como lo repitió en pasado miércoles en el Concejo, cuestionando en duros términos el funcionamiento del sistema de transporte, sin dudas el tema vedette de la semana que pasó y de la que termina.

“Si antes hablaban de ruptura ahora quedaron en off side”, resumió un observador político local que conoce los ánimos que reinan en estos días en la tropa del radicalismo díscolo.

El grito en el cielo

La designación del ex intendente Pablo Bruera como auditor del Grupo Bapro ocupando el lugar de la oposición, se sabe, dejó tela para cortar desde que el tema asomó en la escena pública. Desde diferentes sectores cuestionaron esta situación y en el medio del revuelo uno de los espacios que puso el grito en el cielo fue el massismo oficial –personificado en el arteaguismo- desde donde manifestaron la inconveniencia del nombramiento.

“Resulta ilógico que una persona con numerosas causas judiciales por el desorden económico y estructural que provocó en el municipio sea llamado a ocupar un lugar como auditor para controlar la gestión del Grupo Bapro”, se explicó.

En el ex oficialismo, en cambio, la designación fue leída como “una luz al final del túnel” y una posibilidad cierta de que el bruerismo pueda resurgir de la derrota sufrida el año pasado en manos de Julio Garro y así poder jugar por un lugar en las listas el año próximo.

A la calle con custodia

Postales singulares constituyeron durante la semana la presencia nuevamente en las calles de las unidades de las líneas de colectivos Este y 520. Tras el polémico conflicto sectorial que significó el paro y la protesta reprimida por la policía local –el bruerismo se denunció en la sesión del Concejo de la situación-, los micros volvieron a circular pero escoltados por móviles de la misma policía: toda una paradoja.

En algunos casos fueron policías en moto y en otros patrulleros los que sistemáticamente siguieron a las unidades amarillas durante su recorrido por la ciudad, situación que llamó la atención de los pasajeros y transeúntes.

Quiere volver

En pleno precalentamiento hacia los comicios del año próximo, se destacaron en los muros de la ciudad pintadas que auguran lo que sería el retorno del ex presidente del Concejo Javier Pacharotti, de quien no se tuvo noticias después de la multitudinaria interna que protagonizó dentro de las PASO massistas.

Desde varios sectores minimizaron la importancia de las pintadas y dejaron entrever que no habrá demasiados espacios políticos que quieran “absorber” a un nombre que está tan vinculado a la gestión saliente como a polémicas personales como denuncias por violencia de género.