Mientras Garro despide municipales, el sindicato festeja con funcionarios
A un mes de asumida, la gestión del intendente Julio Garro se convirtió en un hervidero. Al conflicto con los cooperativistas, el estado deplorable de las calles de la ciudad y la muerte por ahogamiento de la joven estudiante de periodismo Jéssica Melisa Curi en una fiesta clandestina de Melchor Romero, ahora se sumó el despido masivo de empleados contratados por la municipalidad considerados “puestos políticos” por el alcalde macrista.
La situación le explotó en la propia cara al jefe comunal cuando tuvo que ordenar y justificar la represión de la semana pasada, en la cual la policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma contra un grupo de empleados municipales que se manifestaba frente a la sede comunal para rechazar la "revisión" de 4500 contratos de trabajo.
La conflictiva situación obligó al intendente a cerrar un “acuerdo económico” con el titular del Sindicato de Empleados y Trabajadores Municipales local, Darío Alfano, a cargo del gremio desde la muerte de su padre, Rubén Alfano; lo que se dice un poder heredado.
El ahora responsable de cuidar el interés de los afiliados del municipio –donde UPCN sin embargo sigue pisando fuerte- es primo hermano del ex titular de AUBASA, el duhaldista Gonzalo Atanasof.
Este domingo, como muestra de buena voluntad, el intendente Garro envió a al almuerzo del Sindicato municipal a uno de sus laderos, el flamante delegado de Tolosa, Sergio Ariel Sarlo (CUIT: 20-27742057-1, monotributista categoría B) a hacer buenas migas con los gremialistas, a quienes los habría “adornado” con puestos y dinero.
Amigos son los amigos. O al menos, eso parece…
