Política
Internas y fricciones en plena campaña

"Luigi" Barbier: de hombre de confianza a víctima de disputas palaciegas

El titular de Obras Públicas, vecino de Garro en el Grand Bell, ahora pierde poder. El factor Negrelli. Movidas en el municipio.

Las fricciones e internas en el gabinete municipal, en pleno inicio de campaña, se cobraron una nueva "víctima": el secretario de Obras Públicas Luis "Luigi" Barbier.

El funcionario -que llegó a ese puesto en julio del 2016 por ser vecino del intendente Julio Garro en el country Grand Bell- no sólo perdió peso específico en el círculo de influencia del alcalde PRO sino también tareas del área a su cargo, motor de una gestión que convirtió al plan de Obras en su caballito de batalla.

La ejecución de muchas de las obras más importantes pasaron a la órbita del Secretario de Espacios Públicos Marcelo "Chuby" Leguizamón, un ex massista que después de un tiempo de ostracismo político ahora gana terreno en medio de la puja electoral. El mantenimiento de las luminarias y el bacheo, "las obras que se ven rápido", ya se ejecutan bajo la órbita del ex precandidato del Frente Renovador.

Barbier tiene en su haber los avances de ejecuciones como la jerarquizacion de la avenida 7 entre el barrio Aeropuerto y Parque Sicardi y la mejora de la 72 a la altura del Cementerio. Pero aun conservando formalmente su cargo, se lo suele ver en los pasillos de la planta baja de calle 12 con la mirada perdida y sin colaboradores cercanos.

Eso no es todo: buena parte de la influencia que tuvo en materia de medios de comunicación pasó a manos del "lilito" converso Oscar Negrelli, ungido tras un amague de "renuncia" como Coordinador General de secretarías del municipio, aunque en las últimas horas volvieron a circular versiones de que, en un intento de condicionar a Garro con sus exigencias, podría pegar definitivamente el portazo.

A esa versión le dio entidad el propio funcionario en una reciente entrevista radial en la emisora Cool, para después salir desprolijamente a desmentirla.

El ex diputado del ARI -también fue concejal- se convirtiò en un rival interno de Barbier. También sufrió sus mañas el secretario de Hacienda, Pablo Gorosito, con quien se peleó en duros términos. Se trata de un especialista en cambiar de posicionamientos en los esquemas de poder, siempre al calor de las aspiraciones personales y "caprichos" más que en razón del proyecto político que lo convoque.

Prueba de ello fue su rol de empleado con "privilegios" en la Defensoría del Pueblo sciolista que estaba a cargo de ex alakista Carlos Bonicatto, donde trabajó durante más de dos años después de que se cansara de criticar a cuanta expresión del peronismo se le cruce por el camino. Un derrotero similar siguió su otrora compañero de bancada, Walter Martello, otra lápida del cementerio carrioista.

Resentido por abordajes "poco amenos" en el tratamiento de la realidad política local, según su particular visión de las cosas, el funcionario le aconsejó al jefe comunal "cortar los lazos" institucionales con varios medios locales, pero principalmente con los portales de mayor llegada al microclima político platense: NOVA y Realpolitik.

En la reconfiguración de la estructura de la administración garrista, con disputas palaciegas mediante, también cobra intensidad por estos días de campaña la batalla por la "herencia" de la influencia política que dejará el primer candidato a concejal de Cambiemos Javier Mor Roig, quien será principal espada legislativa de la gestión -seguramente jefe de bancada- después del recambio parlamentario del 10 de diciembre.

En ese posible cambio de "figuritas" se contempla la varias veces anunciada salida del edil Julio Irurueta a un cargo ejecutivo de la administtraciòn provincial, y la consecuente asunciòn de la jefa de Gabinete con funciones recortadas Natalia Vallejos, su suplente en el recinto.

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