Política
Trastornos para vecinos y comerciantes

Las obras en la Avenida 122 marchan a paso de tortuga y no cumplen con los plazos previstos

Quejas por los recurrentes cambios de sentido de circulación, la falta de señales, los ruidos molestos, las calles bloqueadas y el caos vial. (Foto: NOVA).

En mayo del 2013 NOVA denunció que la Avenida 122, de punta a punta, se encontraba en pésimas condiciones. Esta arteria corresponde a un tramo de la Ruta provincial N° 11, por la que transitan desde camiones de carga hasta vehículos familiares, motos y bicicletas. Los accidentes y las quejas de vecinos durante décadas no parecieron alertar a La Plata, Berisso y Ensenada, los municipios que recorre, ni mucho menos a la Provincia, que recién se acordó que existía con la reestructuración del Puerto.

A partir de entonces, en enero comenzaron los trabajos para remodelar la Avenida. “Todo marcha a paso de tortuga”, dispararon vecinos y comerciantes que ya están hartos de vivir “en obra”.

Desde que se dio el puntapié inicial de las tareas -en el marco de las mejoras proyectadas en los accesos al Puerto La Plata-, la rutina diaria de las personas que viven en la zona se alteró en muchos aspectos. Y, para la mayoría, ese cambio fue negativo, por lo que no ven la hora de que las obras se terminen de una vez.

Desde la Dirección Provincial de Vialidad indicaron que las obras estarían terminadas para agosto: “Todavía falta un montón, otra vez nos mienten, la remodelación no termina a mitad de año como dijeron. Trabajan con el freno de mano puesto”, protestó Emanuel Díaz, vecino de Villa Argüello, en diálogo con NOVA.

Lo concreto es que para miles de vecinos y comerciantes las obras se convirtieron en una “eterna incomodidad” con la que deben convivir.

En el transcurso de las últimas semanas se trabajó en distintos frentes (como en el tramo que va de 38 a 43 y entre 52 y 60), lo que a su vez derivó en complicaciones para transitar por la zona. Precisamente, ese factor y los recurrentes cambios de sentido de circulación, la falta de señales, los ruidos molestos, las calles bloqueadas y el caos vial han sido algunos de los aspectos que más quejas generaron.

Es que esa avenida de dos vías, siempre de tránsito nutrido y “pesado”, opera desde hace meses como una calle de sentido único, intercalando unos días los trabajos en la mano derecha y otros en la izquierda, en una alternancia que enloquece a los automovilistas.

Como se sabe, los comerciantes se vieron muy perjudicados en su actividad, a punto tal de que hubo un pronunciamiento del Concejo Deliberante para exigirle a la Provincia un resarcimiento.

Sin embargo, también hay en el barrio quienes reconocen que las molestias “son necesarias” para mejorar y poner en valor la avenida, que se convertirá en un corredor esencial, no sólo para la nueva terminal portuaria, sino también en el paso hacia el complejo universitario de la UNLP en 122 y 52. Pero exigen que las obras se terminen en el tiempo anunciado y que intensifiquen el trabajo.

Lo mismo sucede con la remodelación de la Avenida 60 en Berisso, que parece estar estancada desde hace semanas.

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