Política
Se acerca el recambio legislativo

Las negociaciones por la presidencia del Concejo "on fire": Ponce, un radical o Borgini "go on"

¿Escenario de alianzas cruzadas? El deliberante será como nunca una de las cajas de resonancia del poder real en La Plata.

Aunque todo parece indicar que el próximo presidente del Concejo Deliberante platense será el macrista Fernando Ponce –quien ingresó como concejal en primer término-, las negociaciones y “roscas” partidarias marchan a buen ritmo en una cuenta regresiva de reloj de arena.

Los pasillos y despachos del primer piso del Palacio Municipal son un hervidero de conjeturas e hipótesis. El nuevo dibujo de bancas que arrojará el recinto tras la renovación parlamentaria del 10 de diciembre abrió el juego a las más diversas especulaciones.

Desde el núcleo duro del flamante intendente Julio Garro intentan contener por estas horas los embates del radicalismo para imponer al titular del cuerpo deliberativo, por un lado; y por otro se delinea la “letra chica” de una alianza con el massismo encarnado en el concejal José Arteaga –quien primereó el 25 de octubre para obtener una foto con el ganador en “el búnker de la alegría”- y los otros cuatro ediles que tendrá la bancada de UNA después del 10D –Oscar Vaudagna, Javier García, Luciano Sanginetti y Miguel Forte-.

La UCR se sabe artìfice de la contundente derrota atestada al peronismo encarnado en el bruerismo y a pesar de que como ya lo anunció el propio Garro “habrá cargos” para los aliados del centenario partido –Sergio Panella y Claudio Pérez Irigoyen pican en punta en orden de preferencias-, las ambiciones de los “boinas blancas” no cesan.

Desde el vamos, de no obtener la titularidad del HCD ya tienen abrochada la presidencia del bloque, que recaería en manos del alfonsinista Juan José Cardozo de no mediar cambios dràsticos.

Otra especie que cobró fuerza en las últimas horas al ritmo de “advertencias” esgrimidas por operadores locales al propio Garro es que la alianza legislativa del macrismo puro se dé con la tropa legislativa del intendente Pablo Bruera, que a pesar de haber perdido el sillón de calle 12 tendrá siete legisladores propios. “Julio, Joserra te va a terminar dinamitando el armado por dentro”, sonó una y otra vez en el oído del flamante intendente, que aún no se apuró a tomar definiciones en ese sentido.

Esta postura, interesada por cierto, intenta tomar forma para garantizar que el sanitario Pedro Borgini continúe al frente del Concejo, posibilidad que causa más rechazo que simpatía en las huestes del partido amarillo pero que todavìa no fue descartada del todo. Es que la foto entre Garro y Bruera que se difundió como garantía de “transición ordenada”. la semana pasada, provocò incertidumbre y rechazos en dosis similares.

El inminente tratamiento del presupuesto 2016 –que sería en forma consensuada entre vencedores y derrotados- no es más que la faceta formal de diálogos y negociaciones que se dan de forma subterránea.

Mientras tanto, en rondas mediáticas, el dirigente Garro salió a ratificar la máxima política de que “la presidencia es para el que ganó la elección”, slogan que es, a vista de los “reglamentaristas”, de peso relativo.

La "influencia" que tendrán los unibloques de los massistas disconformes Marcela Farroni y Gerardo Jazmín es otro de los temas que preocupan en un recinto de reparto de fuerzas por demás equilibradas. En votaciones clave –como la que se daría en función de la elección del presidente del cuerpo-, la voluntad del margarito Gastón Crespo –único sobreviviente de Progresistas- también cotizará en bolsa.

En tanto, mientras se añaden y tachan apellidos en varios borradores, el senador provincial en primer término Juan Pablo Allan ya recibió el respaldo expreso de Garro para reclutar nombres “a salir” en el próximo Gabinete, armado que todavía se mantiene guardado bajo siete llaves.

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